De las 1.372 viviendas contempladas en el proyecto, ya se han construido 1083 y todas con el sello de lo local. Es decir, se reconocen las capacidades y recursos disponibles en la comunidad y son ellos los protagonistas fundamentales del proceso de reconstrucción.
Entre las diversas iniciativas que continúan el proceso de reconstrucción, destaca un proyecto asociativo que no sólo ha adquirido importancia por el número de viviendas que se ha puesto como meta -1.372 viviendas de emergencia en las regiones del Maule y Biobío-, sino también por el modelo de trabajo que promueve, donde la comunidad juega un rol fundamental.
Este proyecto, es ejecutado en alianza con OIM y Naciones Unidas con Fondos de Emergencia CERF, por un consorcio multisectorial conformado por Fundación Proyecto Propio, Fundación AVINA, Fundación para la Superación de la Pobreza, más las empresas Masisa y Onduline.
La base de esta iniciativa apunta a reconocer la capacidad de las familias de mejorar su propia vivienda, es por ello que se les entrega un modelo de vivienda ampliable de 18 a 30 metros cuadrados, con condiciones de ventilación e impermeabilidad adecuadas para las zonas de catástrofe. “Es la primera vez que se desarrolla en Chile y creemos que la propuesta del proyecto ha sido innovadora porque incorpora mejores materiales para que sea una vivienda de un mayor estándar y, lo más importante, las fundaciones ejecutoras han desarrollado un fuerte trabajo comunitario para que las familias tengan un rol protagónico en la construcción de sus viviendas «, explica Viviana Mellado, encargada (A.I.) de la OIM.
De las 1.372 viviendas contempladas en el proyecto, ya se han construido 1083 y todas con el sello de lo local. Es decir, se reconocen las capacidades y recursos disponibles en la comunidad y son ellos los protagonistas fundamentales del proceso de reconstrucción.
Para ello se generaron cuatro plantas de producción de viviendas en las propias comunas afectados por el terremoto; se trabaja con mano de obra local y se mantiene una constante coordinación con el gobierno de la zona.
“Esta iniciativa multisectorial, que además ha contado con el apoyo de los municipios de cada localidad, es una clara muestra de los resultados que se pueden lograr cuando convergen los distintos actores de la sociedad, dando especial espacio a la comunidad”, señala Guillermo Scallan, Representante de Fundación Avina.
