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Inquietud ante lentitud por rescate de mineros

La incertidumbre se expresa tras el tercer día de paralización de la perforadora «Schramm T-130», que supone el Plan B para sacar a los trabajadores y era la más avanzada en la excavación de un conducto para evacuar a los hombres. La máquina rompió su cabezal el pasado jueves al chocar contra un trozo de hierro, cuando había sobrepasado los 268 metros de profundidad y hasta ahora no se han podido sacar los restos para colocar uno nuevo.


Los familiares de los 33 mineros que desde el pasado 5 de agosto están atrapados a 700 metros de profundidad en el norte del país, manifestaron este domingo su inquietud por la lentitud con la que avanzan las tareas de rescate.

Ello, al cumplirse el tercer día de paralización de la perforadora «Schramm T-130», que supone el Plan B del rescate y era la más avanzada en la excavación de un conducto para evacuar a los trabajadores.

La máquina rompió su cabezal el pasado jueves al chocar contra un trozo de hierro, cuando había sobrepasado los 268 metros de profundidad y hasta ahora no se han podido sacar los restos para colocar uno nuevo.

«Vemos demasiado tranquila la situación, estoy inquieta por una carta que mandó mi hermano ayer, ha bajado mucho el ritmo», dijo a radio Cooperativa María Segovia, hermana del minero Waldo Segovia, que precisó que los atrapados están preocupados porque ya no escuchan desde la profundidad el ruido de la T-130.

«Yo como hermana y por todos los mineros vamos a luchar, que nos den una explicación, me he enterado de que mi hermano está con tratamiento, porque está demasiado nervioso, me tiene muy preocupada. Yo no voy a quedarme quieta, porque es nuestro familiar el que está adentro», añadió.

El ministro de Minería, Laurence Golborne, aseguró por su parte que los trabajos avanzan según lo presupuestado.

«Me han comentado que manifiestan alguna preocupación, pero ellos entienden y se les ha explicado que estos martillos paran y siguen, que no hay mayores diferencias», dijo.

«Estas máquinas se tienen que parar por mantenimiento, paradas programadas y también paradas por situaciones como la que estamos viviendo en el ‘plan B'», añadió.

«Precisamente es la razón por la cual tenemos tres planes distintos, sabemos que hay fallas técnicas que se pueden producir y por eso vamos en paralelo con tres opciones para asegurar poder rescatarlos a la brevedad posible», dijo Golborne, tras una reunión con los familiares.

La intendenta de Atacama, Ximena Matas, que también participó en la reunión, aseguró por su parte que la máquina del Plan A, una Strata 950, que el sábado fue detenida para un mantenimiento, reanudó hoy su labor y alcanza ya los 231 metros de profundidad.

También el Ministro de Minería confirmó la llegada de un segundo martillo para la máquina T-130, que permitirá ampliar la perforación a 66 centímetros de diámetro, necesarios para que pueda ser una vía de evacuación de los mineros.

En las afueras de la mina continúan además los trabajos de instalación de una máquina petrolera que supone el Plan C, la que podría comenzar su labor de excavación el día 20 de septiembre, según el ingeniero André Sougarret, encargado de la tarea.

Otros familiares señalaron a la prensa que los mineros atrapados les han dicho en sus cartas que sienten desazón y piden que les digan una fecha en la que podrán ser evacuados.

Manifestaron asimismo que algunos de los atrapados han presentado en los últimos días problemas odontológicos o dérmicos, que serán evaluados por el ministro de Salud, Jaime Mañalich, que este domingo llegó nuevamente a la mina para encargarse de la situación sanitaria de los trabajadores.

La intendenta Matas, por otra parte, confirmó que tras mejorarse la ventilación de la galería en la que están los mineros se les ha permitido fumar y dijo que ya recibieron sus primeros cigarrillos.

«Se envió, de manera controlada, cigarrillos, se le envían a una persona que hace la distribución y no debiera haber dificultades. Son dos paquetes al día (para el grupo), dijo Matas.

«No le vamos a dar un paquete de cigarrillos a cada uno, sino que cierta cantidad razonable. Ellos son personas responsables y creemos que la dosis que les entreguemos la van a administrar muy bien», explicó por su parte el médico Jorge Díaz.

Anteriormente se había informado que entre los atrapados hay trece fumadores y que a nueve de ellos se les habían enviado hasta ahora parches de nicotina para compensar la falta de tabaco.

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