Las marchas también se realizarán en Concepción, Valparaíso y Punta Arenas. Si bien el proyecto se llevará a cabo en la comuna de Isla Verde, el alcalde de Punta Arenas, Vladimiro Mimica, criticó la aprobación del proyecto. “Votaron la intendenta y los seremis que son representantes del gobierno y actúan como buzón del gobierno en la Región de Magallanes”, dijo el edil.
A través de las redes sociales, cientos de personas están organizándose para protestar en contra de la decisión de la Comisión de Evaluación ambiental de la Región de Magallanes de aprobar, por unanimidad, la construcción de un yacimiento carbonífero a tajo abierto en Isla Riesco.
En Santiago, los manifestantes esperaban reunirse alrededor de las 19:00 horas en la Plaza de la Constritución, con el objetivo de dejar trozos de carbón frente a la sede del Ejecutivo, en rechazo a la mina proyectada por el consorcio conformado por los grupos Von Appen y Angelini, que constituye además un espaldarazo al desarrollo de centrales termoeléctricas.
En Punta Arenas, organizaciones ciudadanas y medio ambientales esperaban reunirse a la misma hora en la Plaza de Armas de la ciudad, que fue escenario en enero de multitudinarias protestas por el alza del gas natural en la zona.
Y aunque el proyecto minero se llevará a cabo en la comuna de Isla Verde, el jefe comunal de Punta Arenas, Vladimiro Mimica cuestionó que se haya visado a través de una instancia conformada en su totalidad por representantes del gobierno.
«Votaron la intendenta y los seremis que son representantes del gobierno y actúan como buzón del gobierno en la Región de Magallanes», se quejó, en declaraciones a la radio Cooperativa.
En tanto, otras manifestaciones se organizaron en Puerto Natales, Valparaíso, Concepción y Temuco.
La convocatoria vía Twitter y Facebook es similar a la realizada el año pasado en contra del proyecto para construir la termoeléctrica Barrancones en las cercanías de Punta de Choros, en la región de Coquimbo, oportunidad en la que el Presidente Sebastián Piñera intervino directamente con sus impulsores, la firma Suez Energy, para frenar su construcción.
