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Ezzati llama a prestar en «conciencia» sus testimonios a la justicia

“No se pueden aceptar los calificativos referidos al cardenal Francisco Javier Errázuriz», sostuvo el Arzobispo de Santiago refiriéndose a las declaraciones efectuadas por uno de los denunciantes, el médico James Hamilton.


El Arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati, llamó a las personas -a través de una declaración pública- que en «conciencia» concurran a prestar su testimonio a la justicia en el marco del caso Karadima, señalando «lo hagan ayudando así a la verdad y la justicia».

«Como Iglesia de Santiago nos unimos al compromiso de los obispos de velar incesantemente porque estos gravísimos delitos no se repitan”, agregó.

En la misiva, el religioso recordó que el viernes 18 de marzo se reunió “con quienes han sido víctimas de abusos cometidos por el padre Fernando Karadima. Fue un encuentro marcado por el dolor, pero también por la esperanza. Como pastor de la Iglesia de Santiago les pedí perdón por tanto sufrimiento”.

En cuanto a las declaraciones efectuadas por uno de los denunciantes, el médico James Hamilton, al progrema «Tolerancia Cero» de Chilevisión, Ezzati indicó que «han causado inquietud en la Iglesia y en la opinión pública en general. Deseo reiterar que ante todo, estamos frente a sentimientos comprensibles de dolor que podemos entender a la luz de las gravísimas situaciones de las que él ha sido víctima, y que la autoridad de la Iglesia ha reconocido y condenado, privada y públicamente”.

Asimismo, manifestó que “no se pueden aceptar los calificativos referidos al cardenal Francisco Javier Errázuriz, atribuyéndole complicidad en faltas tan graves como las que ha establecido la Congregación para la Doctrina de la Fe respecto del padre Fernando Karadima».

De igual modo, considera “del todo injusto generalizar y presentar un panorama del episcopado, del sacerdocio y de los colegios católicos que no se condice con la realidad de la inmensa mayoría de los consagrados y laicos que buscamos ser fieles al mensaje cristiano, a través de nuestro testimonio de vida, sirviendo al Señor en su Iglesia y al pueblo de Chile”.

“Frente al dolor que estos hechos causan a todos los miembros de la Iglesia, pido a nuestras comunidades, una especial oración por sus sacerdotes y personal consagrado. Que el Espíritu Santo nos conduzca en un camino de santidad y de servicio», concluyó.

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