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Por qué RN cuestiona a Lavín

Claudia Rivas Arenas
Por : Claudia Rivas Arenas Periodista de El Mostrador @crivasa
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Aunque en la tienda de Antonio Varas saben que el titular de Educación es uno de los intocables del gremialismo en el gabinete, no resistieron la tentación de demostrar lo duro que puede llegar a ser estar expuesto a fuego amigo.


Cuando el secretario general de Renovación Nacional, Mario Desbordes, criticó el manejo del ministro de Educación, Joaquín Lavín, en medio del conflicto estudiantil, en la UDI se encendieron las alarmas con algo de sentimiento de culpa. Unos pocos desenterraron los recuerdos de cuando sus socios tuvieron que salir a blindar al titular de Interior, Rodrigo Hinzpeter, del bullying con el que el gremialismo ponía un manto de duda sobre cómo estaba ejerciendo su labor. Pero también reflotaron recuerdos más antiguos. Como la “animadversión” que, según comentan tanto en la tienda de calle Suecia como en la de Antonio Varas, siempre le habría tenido el timonel de esta última, Carlos Larraín, al actual secretario de Estado.

Para nadie es desconocida la pugna que existía entre Larraín y Lavín desde que el primero ocupó un lugar como concejal de Las Condes y el segundo encabezaba la instancia en calidad de alcalde de la comuna. Ellos, reconoce un observador de RN, tuvieron “una muy mala convivencia mientras compartieron en el concejo municipal de Las Condes”. Mientras que en la tienda gremialista, junto con recordar la mala relación que existía entre ambos políticos, la atribuyen al timonel de Renovación. Y la explican asegurando que Larraín “siempre quiso ser alcalde y no le pudo ganar a Lavín, pero tampoco lo logró más tarde, cuando Joaquín dejó la alcaldía de Las Condes, porque dejó a su brazo derecho Francisco de La Maza, y a él no hay quien le gane”.

Sin embargo, Carlos Larraín no fue quien tomó la vocería de las críticas en contra de la forma como el titular de Educación está enfrentando el conflicto estudiantil, sino que lo hizo el secretario general del partido. Por el contrario y contra toda lógica de la historia que arrastran, el timonel de RN, que en un comienzo de la disputa había tomado palco, incluso defendió a Joaquín Lavín de las duras críticas que han recaído sobre él y el pasado 1 de julio señaló que, “ciertamente, no hay ninguna razón para pedir la salida del ministro de Educación”.

Bajo fuego amigo

Pero la cuerda que su supuesto archienemigo político le lanzó a Lavín no sirvió de mucho, frente al hecho concreto de que en su tienda admiten que en Antonio Varas “estamos molestos por el tema de Lavín”, aludiendo a lo que ya había mencionado públicamente Desbordes. Al ser consultado acerca del manejo del ex alcalde en el conflicto con los estudiantes, el secretario general de RN no dudó en afirmar que “no ha sido buena”. Lo que desató la molestia inmediata de sus socios, que desde su presidente, Juan Antonio Coloma, para abajo salieron a blindar a Lavín, tal como lo hicieran en RN cuando el gremialismo decidió poner su mirada crítica sobre el jefe de gabinete de Piñera.

[cita]En ese contexto la máxima aspiración de la tienda del Presidente es que la cabeza que termine rodando fuera la del subsecretario de Educación, Fernando Rojas. Porque, según un observador de RN, en su colectividad “algunos especulan que es él quien le da piso a Lavín: concede todo y nunca defiende lo que se está haciendo”.[/cita]

Mientras Coloma, con su ya reconocida postura conciliadora, invitó a sus socios a “deponer su actitud crítica”, su secretario general, Víctor Pérez fue mucho más duro. El dirigente gremialista le respondió a Desbordes que “es un error que nuestros socios caigan en el juego de la izquierda, porque al atacar al ministro (Joaquín) Lavín se está dañando al Gobierno, de manera injusta y con intereses políticos que nada tienen que ver con el mejoramiento de la educación”.

Y no le mandó a decir con nadie a sus aliados que “no hay que ser ingenuo para entender que las críticas a Joaquín Lavín tienen un trasfondo político, y lo que tenemos que hacer quienes estamos con el gobierno es respaldar una gestión que ha buscado mejorar la calidad de la educación chilena en todos sus niveles”. Las fuertes frases de Pérez encontraron campo fértil en sus socios y Desbordes no se dejó amilanar. De vuelta le recordó a su par de la UDI los malos momentos que representantes de la tienda de calle Suecia hicieron pasar no hace mucho al titular de Interior. El dirigente de Renovación señaló que Pérez “ha sido, precisamente, una de las personas que más ha criticado abiertamente a los ministros”.

Otro gremialista que terció en esta disputa fue el diputado Gustavo Hasbún, quien señaló que “no sé si Mario Desbordes sabrá que el ministro Joaquín Lavín es parte del gobierno del Presidente Sebastián Piñera y no ministro de los gobiernos de la Concertación. Es preocupante darse cuenta que una vez más, las personas que nosotros pensamos que son nuestros socios, no están cumpliendo los acuerdos”, aludiendo al acuerdo al que llegó el oficialismo en cuanto a enfrentar unidos a la oposición.

En RN son menos optimistas que sus socios cuando llegaron a pensar que podrían derribar a Hinzpeter. En el partido de Larraín parten de la base de que “es muy difícil que se de un escenario como para que Piñera accediera a sacar a Lavín”, siguiendo la mala fortuna de algunos de sus predecesores. En ese contexto la máxima aspiración de la tienda del Presidente es que la cabeza que termine rodando fuera la del subsecretario de Educación, Fernando Rojas. Porque, según un observador de RN, en su colectividad “algunos especulan que es él quien le da piso a Lavín: concede todo y nunca defiende lo que se está haciendo”.

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