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Piñera el día después de las cacerolas: funado y abucheado en Copiapó

Grupos de manifestantes le exigieron reformas a la educación y le expresaron su malestar por la aprobación de la termoeléctrica Castilla. Esto, durante los dos actos a los que asistió en la capital de la Región de Atacama. Así terminó para el mandatario una semana marcada por el rechazo del movimiento estudiantil a las propuestas del Ejecutivo, por la represión de Carabineros a los jóvenes que intentaron marchar por la Alameda, y por su baja aprobación, de sólo 26%, en la última encuesta CEP.


El Presidente Sebastián Piñera no quiso estar ausente este viernes de los actos realizados en Copiapó para conmemorar un año del accidente en la mina San José, que mantuvo atrapados a los 33 mineros que dos meses después fueron protagonistas de un exitoso rescate.

Fue, de hecho, su primera aparición pública después del enérgico dispositivo de Carabineros del jueves que evitó que se llevaran a cabo  dos marchas de estudiantes y profesores por la Alameda, pero que derivó en una serie de disturbios y por la noche en espontáneos bloqueos de calles con barricadas incendiarias. Y también en una protesta nacional de cacerolazos en apoyo al movimiento estudiantil que no se producía desde tiempos de la dictadura.

El jefe de Estado participó en un acto ecuménico que se realizó en la Iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria de la ciudad para conmemorar el accidente. Cuando la actividad estaba próxima a concluir, irrumpió una profesora que a viva voz demandó a Piñera medidas en favor de la educación estatal. Y fue como una bola de nieve, ya que a ella se sumó luego una apoderada,  y después  grupos de ambientalistas que rechazaron la instalación del proyecto termoeléctrico Castilla en el sector de Punta Cachos.

El mandatario se retiró en medio de gritos, insultos y abucheos, e incluso algunas versiones aseguran que algunas personas le lanzaron proyectiles, lo cual fue más tarde negado por integrantes de su comitiva.

Pero no fue el único malrato que le tocó vivir, ya que desde ahí se trasladó hasta el Museo Regional de Atacama para encabezar una ceremonia donde entregó a su dueño el papel escrito con letras rojas que dice «Estamos bien en el refugio los 33», que formará parte de la colección de ese recinto, al igual que la cápsula Fénix 2, en la que los trabajadores pudieron salir el año pasado de su encierro a 700 metros de profundidad. En ese lugar lo esperaba una «funa» de  grupo de estudiantes y apoderados. La  situación derivó en la intervención de Carabineros, que procedió a detener a más de una docena de personas.

Durante la actividad, Piñera dijo que el Ejecutivo ha escuchado «muy bien» las demandas de los estudiantes, pero apuntó que las autoridades deben gobernar para todos los ciudadanos y garantizar el orden público y el derecho de estudiar a aquellos que quieran hacerlo.

«Tenemos muy claro el compromiso con los estudiantes (…) pero también tenemos muy claro nuestro compromiso con todos y cada uno de los diecisiete millones de chilenos que quieren paz y no guerra, unidad y no división, diálogo y no intransigencia, acuerdos y no enfrentamientos», recalcó.

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