La secretaria de Estado dijo en una entrevista emitida por la Radio Concierto que ambos dirigentes universitarios tienen “un tremendo talento para poner temas en el tapete”, pero advirtió que al interior de la Confech “hay otros grupos que piensan en forma muy distinta y que obviamente los van a acusar de traidores si ellos llegan a algún tipo de compromiso”.
Fiel al nuevo diseño del Ejecutivo de arremeter contra los flancos débiles del movimiento estudiantil, la ministra del Trabajo, Evelyn Matthei, puso en tela de juicio la capacidad de los líderes más visibles de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), Camila Vallejo y Giorgio Jackson, para cerrar un acuerdo con el gobierno en materia educacional.
Entrevistada en el programa «Mañana será otro día» de Radio Concierto, la secretaria de Estado alabó las capacidades personales de los presidentes de la FECh y la FEUC, respectivamente, tanto para plantear sus demandas como para haber conseguido que se materializaran los que considera grandes avances, como el otorgamiento de becas para el 40% de jóvenes más vulnerables que accedan a la educación superior.
Pero Matthei advierte que cuando se trata de una negociación, «no se puede obtener todo». Y por eso duda que ambos tengan la capacidad de cerrar algún tipo de acuerdo, ya que a su juicio carecen de la experiencia y el respaldo interno suficiente para conseguirlo.
«Yo siento que Vallejo y Jackson son gente potente que ha tenido una tremenda posibilidad y un tremendo talento para poner temas en el tapete, pero al mismo tiempo no los veo ni con la experiencia suficiente pero tampoco con el liderazgo. Hay otros grupos que piensan distinto y que los van a acusar de traidores si ellos llegan a algún tipo de compromiso», afirmó.
Y para ejemplificar la poca capacidad que a su juicio tienen los jóvenes para hacer converger distintas posiciones, los comparó con el alicaído liderazgo de Arturo Martínea al frente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).
«Yo siempre pensé que iba a ser imposible terminar negociando con ellos, no se dan las condiciones. Es como negociar hoy día con Arturo Martínez, que no tiene ese liderazgo que tenía hace 10 años atrás», dijo, aclarando de paso que «a Arturo lo respeto mucho, pero no es la misma persona. No quiero hablar en forma peyorativa de nadie».
Como contraparte indicó que Vallejo, Jackson ni Martínez tienen la capacidad, disciplina y liderazgo que tenía, por ejemplo, Pablo Longueira cuando hace una década era presidente de la UDI.
«Tampoco hoy día negociar con la UDI es como negociar cuando el líder era Pablo Longueira. Sencillamente Pablo llegaba a un acuerdo con (Ricardo) Lagos y aunque a la mitad de la gente no le gustara, lo seguían igual, porque era Longueira».
