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La proyección política de Giorgio y Camila

Qué pasará con el capital político que han acumulado los dos principales rostros del movimiento estudiantil es la pregunta del momento. Mientras Jackson (independiente) es un “botín preciado” para la clase política, Vallejo es la carta más fuerte del PC y aunque su capacidad de liderazgo no se pone en duda, su proyección no está asegurada.


Con la alta aprobación de los principales rostros del movimiento estudiantil, la expectación por el futuro político de Giorgio Jackson y Camila Vallejo –una vez terminado el conflicto– ha llamado la atención de analistas y políticos. Existe confianza en la capacidad de liderazgo de estos jóvenes, sin embargo, lo más determinante para su futuro político podría estar en cómo resuelven el conflicto estudiantil y manejan su militancia o independencia. Todo esto, dentro de un sistema político estructurado y que históricamente le ha dado poco espacio a la juventud.

Varios políticos han comparado a la generación que lidera el movimiento estudiantil, con la generación de los 80 y concuerdan en que ambas comparten un fuerte compromiso con la causa así como un alto nivel de convicción. Una muestra más de la relevancia que han alcanzado estos líderes, quienes han sido capaces de “centrar el debate de la sociedad y el mundo político”, como asegura el senador RN, Francisco Chahuán. La idea de que existe un futuro para estos jóvenes es transversal y desde la otra vereda, el presidente del Partido Socialista –el diputado Osvaldo Andrade– explica que “si ellos tienen la voluntad, es evidente que existe una amplísima proyección. Son figuras jóvenes, nuevas y que representan también a un mundo nuevo”.

La sociedad ha cambiado y hoy vemos un “escenario de ausencia, de muerte clínica de la clase política general partidista”, como explica Alberto Mayol, sociólogo y académico de la Universidad de Chile. Esto explica el hecho de que la Concertación y la Alianza tengan una aprobación del 17% y el 28% respectivamente, mientras que el acuerdo con las demandas estudiantiles llega a un 79%, según la encuesta Adimark. Por otro lado, el centro de encuestas de La Tercera, arrojó una alta aprobación a Vallejo y Jackson, quienes tienen un 69% y 73% de apoyo, respectivamente. Y el fin de semana, un estudio de la Universidad de Los Lagos puso en el tercer lugar de los liderazgos nacionales, tras Bachelet y Golborne. Mantenerse en la cresta de la ola es el desafío de estos jóvenes.

Partidos políticos: un terreno peligroso

Es dentro de una sociedad desencantada con la política, en la que surgen figuras como la de Jackson y Vallejo. El primero es independiente y la segunda militante PC, pero ambos sobresalen por liderar un movimiento que no sólo lucha por la educación, sino que también por cambiar el sistema político actual. Para el analista y director del CERC, Carlos Huneeus, ambos líderes van a enfrentar dificultades. Por un lado, explica que hoy ser independiente es difícil, “porque este es un país que se guía por los partidos” y por el otro, explica que “los partidos son muy cerrados y habrá que ver qué espacio se les dará en ellos”, agregando que “Vallejo en el PC no tiene destino”.

[cita]Jackson y Vallejo son parte de un movimiento social, donde los liderazgos son vocerías y no tienen la autoridad para tomar verdaderas decisiones. “La gestión propia del movimiento impide una consolidación absoluta de los liderazgos”, como explica el sociólogo Alberto Mayol. Los liderazgos sociales y los políticos se diferencian en su base, porque los primeros no tienen “una máquina política para dar una orgánica permanente y lograr gestionar el poder”, asegura Mayol.[/cita]

Hoy Camila Vallejo ha logrado sortear las críticas hacia su militancia. La explicación que le da Miguel Crispi (PS) es que “la gente no tiene asco de la política, sino que de algunos políticos”. A la vez, varios concuerdan en que la militancia otorga cierto bagaje y ayuda porque “te sitúa en cierto espacio político”, como explica Andrade (PS). Más allá de su militancia, Crispi reconoce un “carisma impresionante” en Vallejo y al mismo tiempo, asegura que ella representa a dos sectores que han sido excluidos por años: “Las mujeres y al PC, por el sistema binominal”.

Por otro lado, el independiente Giorgio Jackson “genera confianza, es cercano y se nota que tiene convicciones profundas”, asegura Miguel Crispi (PS), cercano a Jackson y fundador del NAU, el movimiento de centro izquierda de la Universidad Católica, al cual pertenece el dirigente estudiantil. Jackson genera empatía con muchos de los jóvenes en la actualidad y eso tiene que ver con su independencia: “Tengo una crítica constante al funcionamiento de los partidos, siento que no me representan. Me mantendré como independiente”, explica el líder de la Feuc.

Para el senador Jaime Quintana (PPD), presidente de la Comisión de Educación, “ser independiente en el mundo de hoy, con la política actual, puede resultar una ventaja. La sociedad está otorgando una importancia adicional a quienes tienen liderazgo y no son parte de un partido”. Aunque desde el PS, Andrade asegura que “por muy menospreciados que estén los partidos, sí juegan un rol importante y no es fácil plantearse en política desde la independencia”.

La complejidad de saltar de un movimiento social a uno político

Jackson y Vallejo son parte de un movimiento social, donde los liderazgos son vocerías y no tienen la autoridad para tomar verdaderas decisiones. “La gestión propia del movimiento impide una consolidación absoluta de los liderazgos”, como explica el sociólogo Alberto Mayol. Los liderazgos sociales y los políticos se diferencian en su base, porque los primeros no tienen “una máquina política para dar una orgánica permanente y lograr gestionar el poder”, asegura Mayol. Pero algunos creen que el “espacio” ya lo tienen ganado y el senador Chahuán (RN) resalta que “muchos parlamentarios, hemos pasado por la dirigencia estudiantil”.

La forma en la cual se solucione el conflicto estudiantil podría ser clave para el futuro de Jackson y Vallejo. Huneeus explica que hoy “el problema del movimiento es que no está llegando a puerto, está en una momento crítico que puede debilitar su situación. Hay un sector importante que no quiere negociar un acuerdo y ceder algunas demandas”. En caso de que los sectores más “ultra” del movimiento impongan su postura, el liderazgo de Jackson y Vallejo –que representa a los sectores más moderados– se verá amenazado.

Aunque los líderes estudiantiles salgan triunfantes, es difícil capitalizar hacia otras batallas el apoyo que les da la sociedad. Los movimientos sociales se caracterizan por su diversidad y por ende, es muy “difícil gestionar una unificación parcial que permita una especie de vínculo electoralista”, como explica Mayol. Es por esto, que en caso de existir inscripción automática y voto voluntario, los votos no están asegurados.

El futuro de los líderes

“Camila (Vallejo) sería una buena candidata en cualquiera de los cargos públicos en disputa”, afirma el diputado Guillermo Teillier, Presidente del Partido Comunista, al cual pertenece la Presidenta de la Fech. Sin embargo, Teillier explica que desde el partido y los mismos dirigentes estudiantiles, han concluido que por ahora hay que centrarse en las demandas estudiantiles y “terminar bien”. Porque “tampoco quieren aparecer como aprovechándose del movimiento, saliendo como candidatos”, explica.

Algo parecido plantea Giorgio Jackson, presidente de la Feuc, quien no se quiere saltar pasos y asegura que a futuro le gustaría “estar en el servicio público, aunque no sé desde qué espacio”. Entre sus opciones, una vez terminado el conflicto estudiantil y su carrera profesional, se encuentra trabajar como ingeniero “en un espacio municipal, una ONG o un servicio del Estado”. Aunque tampoco descarta “otras opciones”.

Para el sociólogo Mayol, el futuro de Vallejo es más incierto que el de Jackson. Mientras “Giorgio es un botín preciado para la clase política a futuro, dándole una oportunidad al tránsito hacia la política un poco más clara”, Vallejo es parte del Partido Comunista, pero “no pertenece a la máquina partidaria del PC”. El PC es un partido muy estructurado y disciplinado, no es para cualquiera y su presidente, Guillermo Teillier, lo sabe. Cuando se le pregunta por la posibilidad de que algún líder estudiantil sea candidato, Teillier responde: “Depende mucho de la voluntad propia y de que ellos acepten la manera en que elegimos a los candidatos”. Aunque a Vallejo ya le han dado luz verde y una candidatura a diputado suena fuerte.

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