Fue el ministro secretario general de Gobierno, andrés Chadwick, quien en el Palacio de La Moneda recibió la misiva por parte de los representantes de la Fundación Iguales, Pablo Simonetti, de la Comunidad Judía de Chile, Shai Agosin, de la Corporación Humanas, Carolina Carreras, y de la Fundación América Solidaria, Benito Baranda. Lo anterior, en momentos que el Senado se prepara para votar la normativa que modifica el Código Penal vigente y establece penas hasta de tres años en casos de discriminación.
El “Movimiento por la no discriminación” entregó este lunes una carta al Presidente de la República, Sebastián Piñera, y a los representantes de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, en la que advierte sobre el “injustificado” estancamiento en el Parlamento del proyecto de Ley Antidiscriminación, normativa que “constituye un primer paso de orden simbólico que no puede ser demorado ni un día más”.
Fue el ministro secretario general de Gobierno, andrés Chadwick, quien en el Palacio de La Moneda recibió la misiva por parte de los representantes de la Fundación Iguales, Pablo Simonetti, de la Comunidad Judía de Chile, Shai Agosin, de la Corporación Humanas, Carolina Carreras, y de la Fundación América Solidaria, Benito Baranda. Lo anterior, en momentos que el Senado se prepara para votar la normativa que modifica el Código Penal vigente y establece penas hasta de tres años en casos de discriminación.
En el documento plantean que “el ideal de conformar una sociedad pluralista y respetuosa de los derechos humanos”, contemplado en el artículo primero de la Constitución –al garantizar que todos nacen libres e iguales en dignidad y derechos-, es una idea que en Chile “está lejos de volverse realidad”.
“En Chile se discrimina en todas las áreas de la vida ciudadana por una larga lista de razones: desde el sexo hasta el origen social, desde el credo hasta la identidad de género, pasando por la orientación sexual, el lugar de procedencia y tantos otros motivos. Chile es hoy un país más discriminador que pluralista, un país donde todavía imperan las supremacías culturales del pasado. Se ha avanzado en ciertas áreas, por ejemplo, con la creación del Servicio Nacional de la Mujer, pero estos esfuerzos son insuficientes a la luz de los informes de derechos humanos que realizan anualmente diversas instituciones, informes que dejan a Chile en un pobre lugar respecto de los países de la OCDE”, sostiene.
Por ello, señalan los firmantes, “consideramos urgente el desarrollo de una política integral de Estado que garantice la igualdad de derechos y la no discriminación, un conjunto concertado de políticas públicas que logre extender estos principios a toda la convivencia nacional y en particular a las acciones de los distintos órganos públicos”.
Finalmente expresa que “desde ya, las organizaciones de la sociedad civil aquí representadas comprometemos nuestro conocimiento y nuestra dedicación para avanzar en la tarea y así fraguar una sociedad más justa, inclusiva y solidaria”.
