«Más allá de los intereses pesqueros, que son muy legítimos y les corresponde como pescadores artesanales, ellos están motivados por otro tipo de intereses», indicó la autoridad.
El subsecretario de Pesca, Pablo Galilea, salió al paso a las declaraciones que formularon pescadores artesanales en contra del ministro de Economía, Pablo Longueira, señalando que las leyes se discuten en el Congreso y no en las calles.
«En democracia, las leyes se discuten en el Congreso, no se pueden discutir en la calle. Y lo que el ministro señaló en esa oportunidad fue que tienen todo el derecho de presentar las indicaciones a través de los parlamentarios», sostuvo la autoridad en Radio ADN.
«El ministro, en ningún caso, ha cuestionado la capacidad que tienen los pescadores artesanales de poder manifestarse, porque eso sería desconocer absolutamente lo que en los hechos se da, aunque lamentamos mucho que ése sea el camino escogido, porque la verdad es que a través del diálogo que hemos sostenido, y a través de los acuerdos que hemos logrado con las dos confederaciones que existen legalmente constituidas, es posible lograr acuerdos», agregó.
Según Galilea, la Confepach y la Conapach representan «más del 80 por ciento de los pescadores de Chile. Es cierto que hay otros grupos, como los que dirige el señor Verdugo, que representan a un grupo de pescadores, pero la verdad es que son grupos minoritarios».
Y fue tajante en asegurar que la agrupación de pescadores artesanales -dirigida por José Verdugo- «no existen legalmente, están en periodo de formación, ellos representan grupos descolgados de las dos grandes confederaciones. Eso no significa que nosotros no reconozcamos de que allí hay pescadores que son dirigentes de base y que tenemos que conversar con ellos. Prueba de ello es que el ministro Longueira accedió a la reunión que ellos nos pidieron, yo con ellos me he reunido veinte veces».
«Más allá de los intereses pesqueros, que son muy legítimos y les corresponde como pescadores artesanales, ellos están motivados por otro tipo de intereses, que son crear problemas, crear conflictos, generarle inconvenientes al Gobierno, y eso tiene un apoyo más allá de los movimientos artesanales», concluyó.
