«El Estado primero nos arrebata, a través de sus funcionarios, a nuestros familiares y ahora el propio Estado borra la sentencia y empieza a darles beneficios, esto es volver a abrir todo, volver a fojas cero», sostuvo el hijo del profesor y dirigente comunista asesinado por agentes del Estado, el 30 de marzo de 1985, en el conocido Caso Degollados, junto a José Manuel Parada Maluenda y Santiago Nattino.
Insólito y doloroso le resultó a Manuel Guerrero Antequera, hijo de una de las tres víctimas del caso «degollados», la decisión adoptada por el consejo técnico de Gendarmería que resolvió entregarle beneficios de salida dominical al coronel (r) Guillermo González Betancourt y el sargento (r) José Fuentes Castro, tras cumplir 20 años de condena por los crímenes contra José Manuel Parada, Manuel Guerrero y Santiago Nattino, el 30 de marzo de 1985.
A través de su blog, expresó: «Otorgan beneficios carcelarios a asesinos de mi padre que cumplen condena en Punta Peuco. La prensa me contactó para avisarme que habrían dado beneficios carcelarios a asesinos de mi padre que cumplen condena».
Y agrega: «Tengo imágenes de reconstitución de escena de José Fuentes degollando a mi padre. No las voy a poner por respeto a mis hijas, que no tienen porqué ver lo que le hicieron a su abuelo. Me rebelo ante indolencia de un Estado que beneficia asesinos, condenados a cadena perpetua con debido proceso, por crímenes de lesa humanidad».
«Pero no perderé la cordura ni la ternura, a pesar que la Nación chilena hace todo lo posible para que así ocurra. Seguiré optando por la justicia social y la movilización social creativa del pueblo chileno, para reconquistar su libertad plena. Y así haremos justicia a la causa por la cual dio su vida mi padre y tantos y tantas. A no desfallecer ante la impunidad canallesca. A construir mayorías movilizadas para defender nuestro derecho a una vida digna, para amplificar libertades y vivir en paz», declara Guerrero.
Posteriormente, Manuel Guerrero expresó en Radio Cooperativa: «El Estado primero nos arrebata, a través de sus funcionarios, a nuestros familiares y ahora el propio Estado borra la sentencia y empieza a darles beneficios, esto es volver a abrir todo, volver a fojas cero», reclamó.
«Nos parece que esta es una bofetada no solo a los familiares, sino que a las propias víctimas de cientos y cientos de familias que veían en este caso una luz de esperanza que alguna vez se pudiera alcanzar justicia en Chile», concluyó.
