Historiador calificó como un ‘juicio político’ la acusación constitucional
Según el académico, existen dos razones por las cuales el suspendido ministro de Educación se encuentra en esta encrucijada: “Por un lado, ser el chivo expiatorio de una creciente movilización ciudadana. Y, por otro, estar al medio de una estrategia del gobierno que intenta quebrar la unidad de la Concertación en el Senado”.
El historiador y profesor universitario, Alfredo Jocelyn-Holt, comentó la acusación constitucional en contra del ministro de Educación, Harald Beyer, asegurando que el libelo acusatorio no es más que un “juicio político”.
En entrevista con Radio Zero, el columnista ahondó en este concepto explicando que “no tiene nada que ver con el hecho de que Beyer sea un mal o buen ministro”.
“Algunos lo han entendido como un plebiscito político sobre el lucro. A mí me parece que es absurdo pensar de que sacando a Beyer se va resolver el problema del lucro. Eso sería absurdo”, reiteró.
Según el académico, existen dos razones por las cuales el suspendido ministro de Educación se encuentra en esta encrucijada: “Por un lado, se ha ido acumulando mucha tirria y le tocó y pasó a ser un chivo expiatorio. Le cobran los platos rotos, etc. Pero también hay una coyuntura especial y es lo que ha ido ocurriendo los últimos días en que de alguna manera el gobierno y el oficialismo se ha puesto en una postura dura de tratar de transformar en una especie de plebiscito antes de la elección”.
“Es decir, si llegan a quebrar la unidad de la Concertación en el Senado esto sería un triunfo afectando la candidatura de Bachelet y anticiparía una debilidad de parte de la Concertación”, agregó.
Consultado por el futuro de Harald Beyer en caso de no prosperar la acusación constitucional, señaló que “sería muy difícil para Beyer continuar siendo ministro. Hay acciones penales por el caso de la Universidad Pedro de Valdivia y una serie de otros asuntos que lo harían bastante difícil para la gestión de Beyer. Beyer confirmado no es el mismo Beyer de hace dos semanas atrás”.
De igual modo, es tajante a la hora de fijar su postura: “A mí me pareció que los argumentos respecto de la no fiscalización y particularmente los argumentos dados por la abogada constitucionalista Carola Canelo me parecen que son bien poderosos”.
Para Alfredo Jocelyn-Holt, hay displicencia por parte del titular de Educación: «Hay de parte de Harald Beyer —uno lo conoce un poco— una especie de displicencia tecnocrática frente al mundo, no sólo político, sino también hacia el mundo jurídico en algunos aspectos. Eso enerva a algunas personas y algunos abogados. Quienes pensamos en el valor de un parlamentarismo, pensamos que las acusaciones constitucionales no son sólo legítimas sino que son un mecanismo valido para equilibrar».
Concluye mencionando un hecho que le resulta curioso: “El diagnóstico entre la gente que apoyaba a Harald Beyer hace mucho rato que era malo, lo tenían medio muerto o consideraban que no le iba a ir bien. Comentarios de una maldad exquisita como los de Evelyn Matthei cuando dice: ‘Pobre Harald, pero creo que le va ir mejor en el ámbito privado’. Esos comentarios demuestran que tampoco había total cierre de filas hacia él”.
