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The Economist dice que destitución de Beyer «huele a venganza» y que chilenos «merecen algo mejor de sus parlamentarios» Considera que Acusación Constitucional sólo fue «para ganar puntos políticos»

The Economist dice que destitución de Beyer «huele a venganza» y que chilenos «merecen algo mejor de sus parlamentarios»

El influyente semanario británico dice que es cierto que el ahora destituido ministro de Educación encabezó «un sistema educativo imperfecto, plagado de irregularidades financieras. Tal vez podría haber hecho más para regularlo. Pero lo mismo podría decirse de sus dos predecesores en el gobierno de Piñera, o, de hecho, de cualquier ministro de Educación de los 20 años anteriores, cuando la Concertación estaba en el poder».


El semanario londinense The Economist publica este jueves un artículo sobre la destitución del ministro de Educación, Harald Beyer, asegurando que se trata de una «venganza» que tiene «un fuerte olor a electoralismo».

«El voto huele a venganza. Hace cinco años, la centro-derecha destituyó como ministra de Educación de la Concertación a Yasna Provoste. Muchos en la centro-izquierda lo recuerdan y no lo han perdonado. La acusación también tiene un fuerte olor a electoralismo. Los chilenos elegirán a un nuevo Presidente en noviembre, y la campaña ya tiene un olor repugnante», sostiene el medio británico.

El artículo sostiene que  «los chilenos se merecen algo mejor de sus legisladores, y lo saben. El 5 de abril la encuesta Adimark-GfK publicó un estudio que muestra que los índices de aprobación de la Cámara de Diputados y el Senado estaban cerca de sus mínimos históricos, al 16 % y 20 %, respectivamente. Cuando congresistas botan buenos ministros para ganar puntos políticos, la falta de confianza pública en el Congreso no es de extrañar».

The Economist destaca la figura de Harald Beyer señalando que «es un tipo de persona sin pretensiones, que antes de convertirse en ministro de Educación de Chile, trabajó durante más de 20 años en el think tank Centro de Estudios Públicos (CEP) y que ha publicado trabajos sobre la desigualdad, el mercado del trabajo y, sobre todo, la educación».

«Es justo describirlo como un ‘nerd’ de la educación. Hay pocas personas en el país que saben tanto sobre el tema como él (…) no pertenece a un partido político, aconsejó a la ex Presidente socialista Michelle Bachelet en sus políticas de educación en 2006», subraya.

Y resalta los proyectos impulsados bajo su titularidad en el Mineduc: «Como ministro cortó la tasa de interés que los estudiantes pagan por sus préstamos universitarios del 6 % al 2 % (CAE) y aumentó el dinero disponible para becas destinada a estudiantes pobres. Él envió un proyecto de ley al Congreso para establecer una Superintendencia de Educación y trató de aplacar a los estudiantes de Chile, que durante los dos últimos años han protagonizado grandes protestas en favor de un reforma educativa radical».

«Nada de esto pareció importar a los miembros del Congreso de Chile, al menos a los de la oposición de centro-izquierda, la Concertación», a la hora de destituirlo y votar a favor la acusación constitucional en su contra. Por 20 votos a favor y 18 contra en el Senado, que controla la Concertación, se le acusó de hacer vista gorda ante la especulación ilegal en las universidades chilenas. La votación siguió una derrota similar en la Cámara de Diputados hace dos semanas, en el que la Concertación se apoyó en los votos de algunos partidos pequeños de izquierda. Como resultado de la acusación, el señor Beyer está impedido de ocupar cargos públicos por cinco años», añade.

«Es cierto que el señor Beyer —continúa el análisis— presidió un sistema educativo imperfecto, plagado de irregularidades financieras. Tal vez podría haber hecho más para regularlo. Pero lo mismo podría decirse de sus dos predecesores en el gobierno de Piñera, o, de hecho, de cualquier ministro de Educación de los 20 años anteriores, cuando la Concertación estaba en el poder», concluye.

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