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¡Toma! Así piensan y sienten la democracia los secundarios que no entregarán sus escuelas para las primarias

¡Toma!

Alejandra Carmona López
Por : Alejandra Carmona López Co-autora del libro “El negocio del agua. Cómo Chile se convirtió en tierra seca”. Docente de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile
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Son 30 las sedes que están en toma y deberían servir como centros de votación el domingo próximo. 19 de ellos están en la Región Metropolitana. Mientras los estudiantes escuchan que el gobierno los llama a abandonar los establecimientos para abrir camino a un acto electoral, ellos plantean sus puntos: por qué siguen sin creerle a nadie, por qué su movilización es tan válida como ir a votar y por qué no se compran el concepto de que sufragar sea una fiesta de la democracia.


En una de las salas del segundo piso del Liceo 1, una decena de niñas pone atención a la materia: introducción al marxismo; uno de los talleres que realizan las propias alumnas. No capean la toma, sino que la usan como mecanismo para aprender otras cosas. Materias que quizás nunca verían en el colegio y que ahora son cruciales para el movimiento que se levanta desde la calle.

–Ya tuvimos un buen taller sobre el neoliberalismo, por qué el lucro no debe ser aceptado y qué son los derechos humanos –comenta Margarita Muñoz, presidenta del Centro de Alumnos del Liceo 1.

¿Y qué son los derechos humanos?
–Yo sé que para mucha gente tiene que ver con lo que pasó en dictadura, pero no sólo a eso nos referimos cuando hablamos de derechos humanos y no sé si los políticos tengan claro el concepto. La educación debería ser para todos y eso también está relacionado con los derechos humanos.

Son pasadas las cinco de la tarde y el colegio está lleno de alumnas y también de carpinteros y maestros que arreglan las salas de clases.

Las alumnas reconocen que hay mejor relación con las autoridades comunales en comparación con el año pasado, por eso los dejan entrar; pero la decisión de continuar con el establecimiento paralizado tiene las mismas causas que el año pasado.

“Y también son las mismas razones del 2006”, suma datos una alumna del Liceo 7, que también está en toma: “Nos han mentido en varias oportunidades. También estamos en nuestro derecho a no creerles”.

LA FIESTA DE LA DEMOCRACIA

Las alumnas del Liceo 1 han asistido a diversos talleres que no tendrían en clases normales. Ya han visto introducción al marxismo, las claves del neoliberalismo y han tenido cursos de ginecología natural.

Las alumnas del Liceo 1 han asistido a diversos talleres que no tendrían en clases normales. Ya han visto introducción al marxismo, las claves del neoliberalismo y han tenido cursos de ginecología natural.

Las declaraciones de las autoridades de gobierno se han sucedido en una sola línea: “No vamos a permitir que una minoría le quite el derecho a 13 millones de ciudadanos de emitir su derecho a voto. Le pedimos a los alumnos que depongan su actitud y respeten la democracia”, dijo Sebastián Piñera y agregó que si el diálogo se agota “por la intransigencia de una minoría, el gobierno va a cumplir con su deber de hacer cumplir la ley y asegurar a las personas que puedan ejercer su derecho a votar”.

[cita]“¿De qué democracia me hablan? Ellos están guiando una masa inconsciente. Yo creo que votar está bien, es parte de la decisión que toma cada uno, de la libertad. Pero se deben construir otros espacios que también son democráticos y buscan alertar a las autoridades: en eso caben las marchas y las tomas. Demuestran un descontento que es válido. Yo no se que están pensando los políticos y las autoridades. No sé si ya lograron comprender que por culpa de la desigualdad hay muchos chilenos sufriendo. Porque en Chile la gente sufre”, dice Margarita.[/cita]

Sin embargo, los estudiantes, al interior de sus salas de clases sin sillas –están todas apoyadas sobre las rejas que rodean a sus colegios– entienden la democracia de otra forma.

–Por supuesto que creo que votar es democrático, pero votar por quién. La derecha y la Concertación han hecho una alianza donde históricamente las demandas de los estudiantes no han sido escuchadas. Lo que pasa con las primarias es que pueden cambiar las sedes y no lo hacen porque creen que esa es su democracia a costa de interrumpir nuestra movilización que pide algo justo para todos los chilenos –comenta Carlos, un estudiante del Liceo Arturo Alessandri que comparte con algunos de sus compañeros en las graderías del patio del colegio–. Ellos mantendrán la toma y no le temen a ser desalojados por Carabineros.

Mientras el rap gringo negro suena desde un celular touch, entre los alumnos también circula el rector, al que –a diferencia del año pasado– dejan pasar para que vea en terreno que todo está en orden.

De acuerdo a la Asociación Chilena de Municipalidades, de los 30 establecimientos en toma que deberían ser sedes para las primarias, 19 pertenecen a la Región Metropolitana, y de esos 9 son de la comuna de Santiago. Este mediodía la AChM le entregará al Servel un plan alternativo de colegios y reciclaje de mesas.

MASA INCONSCIENTE

Los estudiantes del Liceo Arturo Alessandri no depondrán la toma del establecimiento porque de esta forma defenderán el petitorio nacional por sobre el interno.

Los estudiantes del Liceo Arturo Alessandri no depondrán la toma del establecimiento porque de esta forma defenderán el petitorio nacional por sobre el interno.

El nivel de organización de los estudiantes en toma se repite: tienen voz y voto los consejos de curso en la estructura básica: los Codecu (Consejos de delegados de curso). En algunos colegios hay asambleas en la mañana y también en la tarde; primero para designar tareas, después para ver las acciones a seguir. En establecimientos como el Liceo 1, hay 3.186 alumnas, pero basta con 2/3 del alumnado para tomar una decisión. En ese liceo emblemático de Santiago, donde estudió Michelle Bachelet, anoche debían decidir si cedían el establecimiento sólo para las elecciones del domingo.

-Yo sé que no entienden que aquí nadie se manda solo y que esto es una decisión colectiva. Nuestra democracia no se maneja en los mismos términos en los que ellos hacen política –comenta Carolina, estudiante de Tercero Medio del Carmela Carvajal, que el lunes votó seguir en toma y por lo tanto sólo podrá ser desalojado con la Fuerza Pública–. “La razón para tener los colegios tomados ahora es una razón política: queremos dejar súper en claro que no existe la posibilidad de transar nada y las demandas siguen vigentes y activas. Esta es una lucha por un cambio profundo. Yo ya repetí una vez, no me importa hacerlo de nuevo porque es ahora o nunca”, dice Carolina.

El Liceo 7 es otro de los colegios emblemáticos que no depondrá la toma.

“Esta pelea es hasta el final, incluso sabiendo que tomarnos el colegio es la decisión que más quiebres internos provoca; no es una decisión simple para los estudiantes, pero así lo decidió la mayoría. No es que queramos joder, pero no tenemos otra opción”, dice Camila Pérez, presidenta del Liceo 7, mientras come lentejas montadas sobre un plato de plumavit. Es lo que resultó de la comisión encargada de la cocina. Hay niñas que a las 16:00 de la tarde también duermen. Son las que cuidan el colegio de posibles desalojos en la madrugada.

"¿De qué democracia me hablan? Ellos están guiando una masa inconsciente", dice Margarita Muñoz, presidenta del Centro de Alumnos del Liceo 1.

«¿De qué democracia me hablan? Ellos están guiando una masa inconsciente», dice Margarita Muñoz, presidenta del Centro de Alumnos del Liceo 1.

No dejan entrar a nadie sin dejar su carnet de identidad ni identificarse.

-¿Hace cuanto tiempo que marchamos en Chile? ¿Hace cuánto tiempo que tenemos tomas? ¿Hace cuánto tiempo que hay quienes proponen nacionalizar los recursos naturales para financiar la educación y ni siquiera son escuchados? Hace mucho y no hemos conseguido nada –se queja Margarita del Liceo 1, a pesar que ella si quiere ir a votar en las elecciones presidenciales para darle una nueva oportunidad a algún candidato con sus propuestas.

–Me gustaría votar por Gómez. No le creo a Claude, siento que se cuelga del movimiento social –dice Margarita, que vive en la Villa Andes del Sur, en Puente Alto y se levanta todos los días a las 5:30 de la mañana para llegar al colegio.

–No me gusta que los políticos crean que somos flojos porque hacemos una marcha o una toma. Acá todas hemos hecho esfuerzos tremendos por entrar. Y la que se queda afuera no es que no se esfuerce, sino que el sistema no se lo permite. Las personas que entran a este colegio van a ser futuras doctoras, abogadas, presidentas… pero de 5 entra 1. Eso no es justo ¿Cuál es el futuro de mis compañeras de Puente Alto? Ser mano de obra barata, y eso lo saben los políticos.

A Margarita no le gusta que la clase política pase por encima de sus conceptos de tomas o marchas la democracia de la que hablan para despejar los colegios y llegar a votar el domingo. Además, lanza una pregunta.

-¿De qué democracia me hablan? Ellos están guiando una masa inconsciente. Yo creo que votar está bien, es parte de la decisión que toma cada uno, de la libertad. Pero se deben construir otros espacios que también son democráticos y buscan alertar a las autoridades: en eso caben las marchas y las tomas. Demuestran  un descontento que es válido. Yo no sé que están pensando los políticos y las autoridades. No sé si ya lograron comprender que por culpa de la desigualdad hay muchos chilenos sufriendo. Porque en Chile la gente sufre.

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