El vocero del Movilh, Esteban Guzmán Rioseco, precisó que “hoy Van Rysselberghe sometió a votación de la Comisión de Derechos Humanos una atrocidad. Propuso crear nóminas especiales secretas para personas transexuales que cambien su nombre y sexo de nacimiento, de manera que siempre quede registro de su identidad legal de nacimiento”.
El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) acusó hoy a la parlamentaria Jacqueline van Rysselberghe de “abusar de su cargo como presidenta de la Comisión de Derechos del Senado” para llevar la tramitación de la ley de identidad de género a “debates derechamente fascistas y homofóbicos que atentan contra la democracia y la dignidad de las personas”.
El vocero del Movilh, Esteban Guzmán Rioseco, precisó que “hoy Van Rysselberghe sometió a votación de la Comisión de Derechos Humanos una atrocidad. Propuso crear nóminas especiales secretas para personas transexuales que cambien su nombre y sexo de nacimiento, de manera que siempre quede registro de su identidad legal de nacimiento”.
“Se trata de un contrasentido con la Ley de Identidad de Género, así como de una medida inhumana, pues busca que la errónea identidad puesta a las personas al momentos de su nacimiento se mantenga, aunque sea secreta de por vida. Esto una tortura psicológica para personas trans que tanto han luchado porque se reconozca su identidad de género”, indicó Guzmán.
El dirigente resaltó que “aún cuando felizmente esta propuesta fue rechazada por la Comisión, hoy van Rysselberhe volvió a impedir el ingreso del Movilh. De esta manera el debate y votación de la ley de identidad de género se está dando de espaldas a la ciudadanía, con absoluto secretismo y en contra de la democracia”.
También explicó que de “este secretismo son también responsables los senadores Manuel Antonio Matta y José García Ruminot, pues apoyaron la determinación de Van Rysselberghe de vetar el ingreso del Movilh y de las organizaciones sociales al debate sobre la Ley de Identidad de Género. Sólo los senadores Lily Pérez y Rabindranath Quinteros se han opuesto a este secretismo, y han exigido transparencia en el debate, lo que pasa por permitir el ingreso de organizaciones sociales”
Añadió que “por un lado vemos a Van Rysselberghe ha presentado indicaciones fascistas que dilatan el debate sobre la Ley y por otra, a una mayoría de la Comisión de Derechos Humanos que considera que el quehacer legislativo debe estar oculto a la ciudadanía, lo cual es síntoma de un autoritarismo intolerable”.
Puntualizó que “la Comisión de Derechos Humanos del Senado, con Van Rysselberghe a la cabeza, está paradójica y literalmente violando derechos humanos básicos, lo cual por cierto lleva a revaluar todo tipo de relación con una instancia que desprecia el diálogo y del debate transparente”.
