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Sergio Jadue: el negocio redondo de los poderosos de siempre El origen ‘espurio’ de su llegada a la cabeza del fútbol chileno

Sergio Jadue: el negocio redondo de los poderosos de siempre

Su llegada al sillón de Quilín fue tras uno de los mayores conflictos que ha tenido el fútbol nacional. Sergio Jadue Jadue asumió la presidencia casi por descarte, luego de una trama que enfrentó a Marcelo Bielsa y Harold Mayne-Nicholls con Jorge Segovia y que incluyó acusaciones de intervencionismo del entonces Presidente, Sebastián Piñera, y su director de Chiledeportes, Gabriel Ruiz-Tagle. Después de cinco años al timón, Jadue viajó este martes a EE.UU. para colaborar con la investigación del FBI por corrupción en la FIFA y en la que está acusado de haber sido sobornado con 1,5 millones de dólares. Su mandato termina peor de como empezó, aunque ahora hay una Copa América en la estantería de trofeos de la selección.


“Sergio Jadue actuó para que yo entendiera que no debía confiar en él”. La frase es solo una de las que Marcelo Bielsa le dedicó al ex presidente de la ANFP durante su mítica conferencia de prensa que se extendió por dos horas y en la que informó que dejaba la selección.

Aquella noche de verano el rosarino acusó de todo a Jadue: de difundir información tergiversada a los medios, de tratar mal a sus subalternos, de no generar confianza, pero principalmente de no tener poder y de ser solo una pieza en un escenario creado al antojo de los clubes grandes. «Los ideólogos de este proyecto son los concesionarios de Colo-Colo, Universidad Católica y Universidad de Chile, y lo que empeora desde mi óptica lo que han montado es para qué lo han montado, qué objetivos persiguen, cuáles son los motivos, las razones del por qué lo hicieron», expresó, tras comunicar su renuncia a la selección el 10 de febrero de 2011. El tiempo le dio la razón.

Este martes, mientras Chile se comía el orgullo en el partido contra Uruguay (3-0), Sergio Jadue llegó hasta el aeropuerto en Santiago escoltado por media docena de Carabineros. “Me voy de vacaciones con mi familia”, fue su poco convincente frase para explicar por qué dejaba el país por seis meses. Una semana antes habían comenzado los rumores que lo situaban prestando declaración en Sao Paulo ante el FBI. Esto fue desmentido por la ANFP, pero el jueves 12 de noviembre, después del empate de la selección contra Colombia (1-1), se informó que Jadue había presentado una licencia por estrés.

Ya se sabe que el motivo de su viaje está vinculado a la investigación que realiza el FBI sobre la corrupción en la FIFA y donde Jadue es acusado de haber sido sobornado por 1,5 millones de dólares. Ayer se supo de una sociedad offshore en Islas Vírgenes –paraíso fiscal–, a su nombre y gestionada por la empresa de asesorías de inversión Amicorp, que ya están en manos de la justicia norteamericana, según informó revista Qué Pasa.

Ante este escenario las posibilidades de Jadue son tres: ir a juicio, declararse culpable o cooperar. Esta última parece ser su apuesta y en la práctica le permite llegar a un acuerdo y reducir la condena. Es decir, quedar sancionado a entre tres y cinco años de libertad vigilada.

La Calera y sus primeras polémicas

Sus comienzos en el fútbol fueron como ayudante en Unión La Calera. “Él era uno más, participaba en labores menores y con su modo arrollador llegó a donde llegó”, contó Arturo Chahuán, histórico del club e hijo de unos de sus fundadores, a este medio el 2011 –en un reportaje sobre los nexos de Jadue con Tomás Serrano, autor de uno de los mayores fraudes tributarios de los últimos tiempos–. Chahuán junto a José García, otro histórico, llevaron a un grupo de jóvenes para que ayudaran antes de que el club se transformara en sociedad anónima, cosa que ocurrió en septiembre de 2006.

Para algunos, en la historia personal de Jadue podría radicar el afán de ascender del ex presidente de la ANFP. Sin trabajo conocido, con estudios inconclusos de derecho en Viña, cumplir labores en el club debe haber sido una oportunidad. En La Calera todos conocen su compleja historia familiar: el padre de Jadue se casó y tuvo dos hijos, pero los abandonó tempranamente para trasladarse al extranjero en busca de mejores horizontes. En vista de la larga ausencia, Jadue decidió cerrar ese capítulo cambiándose el apellido de su padre, Sergio Cortés, por el de su madre. Su hermana lo conservó.

[cita tipo=»destaque»]Para algunos, en la historia personal de Jadue podría radicar el afán de ascender del ex presidente de la ANFP. Sin trabajo conocido, con estudios inconclusos de derecho en Viña, cumplir labores en el club debe haber sido una oportunidad. En La Calera todos conocen su compleja historia familiar: el padre de Jadue se casó y tuvo dos hijos, pero los abandonó tempranamente para trasladarse al extranjero en busca de mejores horizontes. En vista de la larga ausencia, Jadue decidió cerrar ese capítulo cambiándose el apellido de su padre, Sergio Cortés, por el de su madre. Su hermana lo conservó.[/cita]

Ni él ni su familia directa poseían una situación económica holgada, hasta ser elegido presidente de la ANFP. Vivían del apoyo de la abuela materna. Según consta en la declaración judicial de Luis Núñez, uno de los directores formalizados por haber entregado información falsa a la SVS, al repartirse los $400 millones que pagó el cuestionado Miguel Nasur, dueño de Santiago Morning, por un terreno de 12 hectáreas a Unión La Calera, las platas se usaron para cumplir diversas obligaciones, incluido el pago de $4 millones al mismo Núñez, a Serrano, Fuenzalida y “Jadue recibió algo, ya que necesitaba vivir”. Él posee un 0.008% del club. Nasur le compró Deportes Ovalle a Serrano.

Malas relaciones: Mayne-Nicholls vs. Ruiz-Tagle

El 4 de noviembre de 2010 fueron las elecciones de la nueva directiva de la ANFP. Los dos candidatos eran Harold Mayne-Nicholls, quien iba a la reelección y enfrentaba una oposición articulada que había levantado a Jorge Segovia –el empresario español tras Unión Española y la Universidad SEK– como su candidato. La elección fue seguida desde cerca por La Moneda –a quien convenía un triunfo de Segovia–, en particular por el director de Chiledeportes y ex controlador de Colo-Colo, Gabriel Ruiz-Tagle.

Así lo confirmó entonces un miembro del núcleo duro del grupo opositor Santa Brasa a este medio: “Nos dijo tienen que moverse para levantar una lista (opositora)”. Antes, cuando estaba al timón del club albo, Ruiz-Tagle impulsó junto a la U y la UC la demanda en contra de la ANFP por el reparto de las utilidades del Canal del Fútbol.

La molestia de Harold por el afán de lucro de los equipos más poderosos y porque nadie le dio una explicación, se hizo sentir en su momento. En el programa Al Aire Libre en Cooperativa afirmó por esos años que “yo les preguntaría a los dos mayores accionistas de Colo-Colo si esto es lo que quieren ellos como país, donde el más rico sigue siendo rico y el pobre es pobre de por vida. Si es así, que sigan con el juicio”. Sin nombrarlos, aludía a Piñera y Ruiz-Tagle, a quienes asestaba un golpe duro a cuatro días de haber asumido como autoridades.

“Yo hice ver que los dos principales socios de Colo-Colo eran el Presidente Piñera y Ruiz-Tagle. Dije una cosa obvia: que de esta forma el fútbol chileno no puede crecer”, afirmó después en entrevista con La Tercera.

A La Moneda siempre “le pesó” la imagen de un Mayne-Nicholls, cercano a Michelle Bachelet –invitada de honor en el Mundial de Sudáfrica 2010–, frente a un Piñera que solo recibió desaires cuando se involucró en el fútbol.

El mandamás de la ANFP explicó que invitó al Presidente en cuatro oportunidades, pero no pudo asistir. “Si alguien no va, ¿cómo lo vamos a atender? A la señora Bachelet la invitamos por todo lo que hizo por el fútbol cuando era Presidenta, algo que nadie había hecho antes. Se lo hice saber al Presidente Piñera cuando nos juntamos”, dijo Harold en la misma entrevista a La Tercera.

Pero la historia de desencuentros entre el ex presidente de la ANFP y Ruiz-Tagle comenzó durante el primer almuerzo que tuvieron cuando el ex ministro de Piñera estaba en Colo-Colo. “¿En qué colegio estudiaste?”, fue la clásica pregunta que Ruiz-Tagle le lanzó a Harold. Su respuesta no fue la esperada: el Saint George, un colegio tan tradicional como el San Ignacio, donde cursó sus estudios el director de Chiledeportes.

En adelante las relaciones no mejorarían. El incumplimiento de Ruiz-Tagle en el préstamo de jugadores de Colo-Colo para partidos amistosos de la selección acordado con el timonel de la ANFP y la demanda de los tres clubes grandes en contra de la asociación por la distribución de las platas del Canal del Fútbol, terminaron por poner a Harold Mayne-Nicholls de un lado, y a los clubes grandes liderados por Colo-Colo, del otro.

Mayne-Nicholls anunció en julio de 2010 que Colo-Colo estaba impulsando una candidatura opositora. Durante los meses siguientes un grupo pequeño pero eficiente trabajó silenciosamente para lograr el objetivo. Preparó un programa económico tan seductor que, cuando Bloise se bajó, uno los gestores del plan opositor aseguró a este medio que “nuestra campaña es aparecer perdiendo, lo mejor que puede ocurrir es que Harold piense que puede ganar”. Ese era el nivel de confianza que existía cuando aún no había un reemplazante de Bloise.

Los organizadores, los creativos y los que buscaron hasta encontrar un candidato fueron Bloise, que prestó su restaurante –de allí que se autodenominen grupo Santa Brasa– para las reuniones; Alberto Eguiguren, vicepresidente de Wanderers, abogado del dueño de D&S, Nicolás Ibáñez; y Guillermo Mackenna, abogado del estudio Vial y Cía, presidente de Colo-Colo. Un cuarto, Omar Cerigliano, dirigente del llamado “club puente”, que compra jugadores no para que jueguen en Unión San Felipe sino para venderlos, se encargó del trabajo administrativo.

La batahola en las elecciones de 2010

El nuevo timonel de la ANFP no debía incomodar al Presidente –a diferencia de Harold, quien tiene un nutrido historial de desencuentros con Piñera–, debía ser sumiso a los intereses de los grandes clubes y, además, ser empresario para que entendiera los códigos de negocios que comparten la mayoría de los dirigentes nacionales. Todas esas características las encarnaba el presidente de Unión Española.

Finalmente, no debía temerle al rechazo ante una eventual partida de Marcelo Bielsa, quien un día antes de la elección había advertido: «No puedo ni voy a trabajar en común con el señor Segovia».

Aunque Segovia se impuso sobre Mayne-Nicholls, el conflicto estaba lejos de terminar.

La primera polémica fue por la supuesta intervención de La Moneda. “Me constan los llamados de Piñera, Ruiz-Tagle y (Joaquín) Lavín para que hubiera una lista contraria a Mayne-Nicholls”, dijo entonces Felipe Bianchi. El comentarista deportivo señaló que “responsablemente” podía afirmar que no fue una, sino que varias las llamadas que hicieron representantes del Ejecutivo para que se articulara la opción de Jorge Segovia, que finalmente resultó ganadora y significó la automática salida de Bielsa de la selección.

Pero no sería todo. El día después de la elección (5 de noviembre) El Mercurio publicó un breve diálogo con el nuevo presidente electo.

-Señor Segovia, ¿Sabía que su elección pudo transgredir, eventualmente, los estatutos de la ANFP?

-No.

El medio se refería al artículo 164, letra i, que sostenía que: “No podrán ser dirigentes de la ANFP las personas naturales que por sí, o a través de su cónyuge o parientes, hasta segundo grado de consanguinidad, o sociedades o empresas en las cuales sean director o dueño directo o a través de otras personas naturales jurídicas de un 10% o más de capital, hayan celebrado contrato de cualquier naturaleza con la asociación o sus clubes asociados”.

-Usted, como propietario y presidente de Unión, celebró el contrato entre su club y la Universidad SEK, de la que también es dueño directo, para el nombre del Estadio Santa Laura, le aclaró el periodista.

“Desconozco esa norma, y tendría que verlo con mis abogados para contestarle con mayor precisión», respondió. Fue el comienzo de una de las peleas semántico-leguleyas más grandes de la historia del fútbol criollo y cuyo desenlace instalaría a Sergio Jadue en el sillón de Quilín.

El más odiado

El famoso artículo 164 dejó a más de la mitad de los competidores fuera de carrera. En el oficialismo habían escogido a Ernesto Corona como candidato a la presidencia. Mientras que en la oposición el trabajo no fue fácil.

Así lo evidencia el libro La Caída (Aguilar, 2011), escrito por el periodista Francisco Sagredo. En sus páginas, José Yuraszeck, de Azul Azul, cuenta que “armar la lista ese día fue un parto, porque uno tiraba un nombre a la mesa y no servía porque era dueño de una empresa que auspiciaba a su equipo, salía otro y resulta que le había arrendado el estadio a una compañía donde era director, etcétera. Así nos pasamos horas chequeando quiénes podían estar sin tener problemas”.

En la misma publicación se cuenta que Segovia preguntó, entre quienes no estaban habilitados, quiénes estarían dispuestos a ser candidatos. Nibaldo Jaque y Sergio Jadue levantaron la mano. El tema se zanjó en una votación donde Jadue le ganó por 14 votos contra dos. Según relata el libro de Sagredo, ahí «apareció de nuevo el estilo deslenguado de Yuraszeck: ‘Tranquilo, huevón, tú no te buscaste esto, el destino te puso en esta coyuntura y todos te vamos a ayudar’”.

Y continúa el relato sosteniendo que “en ese instante, cuando desde las escaleras vieron la gran cantidad de cámaras y el tumulto de periodistas que comenzaba a moverse, el hombre de Unión Española le regaló un consejo a su heredero. Un consejo que tras escucharlo, Jadue lo sintió más bien como una sentencia: ‘Prepárate para lo que viene. Porque cuando cruces el umbral de esa puerta, gracias a lo que nos hicieron Harold y Bielsa, serás uno de los hombres más odiados de este país’”.

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