Convencido que el escaso apoyo al gobierno no se explica por las reformas impulsadas -que él mismo reconoce que no son perfectas- el ministro asegura que culpar a sus pares es una «explicación fácil y superficial que no tiene que ver con la raíz del problema». Su tesis, en definitiva, es que «los ministros son chivos expiatorios».
En entrevista con La Tercera, el ministro secretario de la Presidencia, Nicolás Eyzaguirre, manifestó que el oficialismo se ha equivocado al insistir y presionar por un cambio de ministros, en un contexto donde el factor común, según él, «es la baja aprobación en el gobierno y en el parlamento».
¿Las razones? Penta, SQM, Caval, colusión, AFP y pedofilia serían las causas que han precipitado el quiebre entre la elite y la ciudadanía. «La baja aprobación del gobierno no se puede leer en clave reformas», comentó.
Ante las críticas de la Nueva Mayoría por el desempeño de los ministros de Estado, Eyzaguirre explicó , en tono defensivo, que los ministros terminan siendo «el chivo expiatorio. Cuando las cosas andan mal, la gente tiende muchas veces a tratar de encontrar explicaciones fáciles, pero a veces superficiales, que no tienen nada que ver con la raíz del problema».
Sobre el mismo asunto, agregó irónicamente que «cuando hay un problema de baja aprobación del gobierno es porque el gobierno gestiona mal. ¿Y quién gestiona? Los ministros. Entonces, hay que cambiar a los ministros»,
Con el objetivo de aclarar su mensaje, el ministro expresó que hacer un cambio de gabinete sería equivalente a decir que «para mejorar la imagen de los diputados hay que cambiar la mesa de la Cámara de Diputados (…) Ese no es el problema. El problema tiene que ver cómo se relacionan los diputados y senadores con la ciudadanía, tiene que ver con el sistema político. En el caso del gobierno, es una explicación fácil, pero yo creo que incorrecta».
Eyzaguirre, quien fue 6 años ministro de Hacienda del ex Presidente Lagos, intentó explicar la forma en que los secretarios de Estado lidian con la presión y las críticas con un chiste: «Hay una persona buscando afanosamente algo debajo de un farol. Pasa un amigo y le dice: ¿Qué te ocurrió, Paco?. Es que se me perdió la llave del auto. ¿Y se te cayó aquí?. No, se me cayó una cuadra más atrás. ¿Bueno, y por qué la buscas acá?. Porque aquí hay luz», agregando que «esa es una explicación falaz, porque esa no es la causa del problema».
Además de reconocer que el apoyo de los parlamentarios puede variar dependiendo del día y que reconquistar la confianza de la ciudadanía será un largo proceso, Eyzaguirre puntualizó que «está costando mucho alinear al Parlamento, tanto el oficialismo como a la oposición, en circunstancias que hay muchos proyectos que debieran ser urgentes de modo transversal, que no tienen ninguna connotación ideológica. Hay mucha desconfianza, mucha incertidumbre electoral».
Sobre la relación entre el parlamento y el gobierno, Eyzaguirre hizo un mea culpa al decir que «es posible que exista una parte de verdad en las críticas y que en el gobierno no hayan tenido toda la disposición para escuchar, relacionarnos y conversar».
Ante un respaldo de 15% en la ciudadanía, el ministro habló de la importancia de generar consensos y «avanzar en los temas que le importan a la gente», porque de lo contrario, «les van a terminar dando la espalda». Asimismo, se refirió al «excesivo activismo de los parlamentarios», quienes según él están obligados a «perfilarse ante la ciudadanía».
«Entonces, al mismo tiempo que nos piden que concentremos la agenda, están todos los santos días pidiendo nuevos temas. Entonces, las dos cosas al mismo tiempo no se compatibilizan. Pienso que parte del malestar se debe a que no encuentran eco a su necesidad de estar poniendo nuevos temas en la agenda. Necesidad que creo emana de la incertidumbre que perciben por la liquidez de la situación», dijo.
