La Moneda hace el ridículo: operó toda la semana por hermano embajador y Piñera echa pie atrás

Desde el pasado 19 de abril, Sebastián Piñera no ha tenido un día tranquilo. La designación de su hermano Pablo como embajador en Argentina hizo que le llovieran las críticas de todos los sectores, acusándolo de practicar nepotismo en el Gobierno, mientras que el mandatario se defendía diciendo que lo había elegido porque era de su plena confianza.

Pero la bomba ya había estallado. Durante los siguientes nueve días, no pudo acallar las críticas. Ni siquiera cuando lo defendió el pasado domingo ni cuando la Ministra Cecilia Pérez dijo que «no había incompatibilidad» en su designación. Intentaron jugar con la legalidad, ya que en la Ley de Bases Generales de Administración del Estado, el nepotismo no cuenta para las embajadas, pero un dictamen de Contraloría indicaba que igualmente tenían que respetarse la probidad, por lo que congelaron el nombramiento de «Polo», a pesar de que intentaron desacreditar a los abogados que presentaron el requerimiento en su contra.

Pero finalmente no aguantaron la presión y, a través de un comunicado difundido desde la Moneda, terminaron por desistir en su nombramiento, ya que «en el mejor interés del país, el nombramiento del Embajador de Chile en Argentina es urgente y no es compatible con los tiempos estimados por la Contraloría».

En el comunicado, Piñera defiende a su hermano, diciendo que «reúne todas las condiciones necesarias para ser un buen embajador de Chile  en Argentina y cumple con todos los requisitos legales para ser designado en dicho cargo» y que, en su opinión, no cometió ningún acto de nepotismo al nombrarlo.

Piñera agradece «sincera y profundamente a Pablo Piñera su permanente actitud de anteponer el interés de Chile a cualquier consideración personal, poniendo permanentemente su nombramiento a mi disposición», mencionando finalmente que ya están en la búsqueda de un nuevo embajador.