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«La Familia»: la cofradía al interior de la Diócesis de Rancagua acusada de delitos de abuso sexual PAÍS

«La Familia»: la cofradía al interior de la Diócesis de Rancagua acusada de delitos de abuso sexual

Hace más de un año, la ex coordinadora de Pastoral Juvenil, Elisa Fernández, reveló que envió las pruebas de su acusación al obispo Alejandro Goic. Sin embargo, al ser éste consultado aseguró que no existió una investigación al respecto debido a que no hubo una «denuncia formal». «No estudié para ser detective, estudié para ser pastor», aclaró. 


Un verdadero terremoto está viviendo la Iglesia chilena. La reunión de los obispos con el Papa Francisco en Roma culminó con la renuncia de todos estos, y con la promesa además de una profunda restructuración en el seno del catolicismo de nuestro país.

Mientras tanto, las denuncias por abuso sexual no paran. La noche del viernes, se conoció una nueva acusación por presunto abuso sexual que apunta a los sacerdotes de la Diócesis de Rancagua.

De acuerdo a un reportaje de T13, la ex coordinadora de Pastoral Juvenil, Elisa Fernández, denunció al párroco de la comuna, Luis Rubio, por «conductas impropias».

Fernández señaló que al interior de la Diócesis existe una «cofradía» llamada «La Familia», liderada por alguien que se hace llamar «La abuela», en donde presuntamente han ocurrido delitos de orden sexual.

«No sé si llamarlo cofradía, secta o grupo de sacerdotes que tienen prácticas que no se conllevan con su condición de curas y con respecto a jóvenes, por lo menos en mí época, de entre 15 y 29 años», dijo la denunciante.

Acotó que entre los integrantes de ese grupo, se encontraba el sacerdote de Paredones, quien al ser consultado por Canal 13, reconoció haber enviado fotos a un menor en las que aparecía semidesnudo.

«Estoy muy avergonzado, no tengo palabras», comentó Rubio, quien fue suspendido por la Conferencia Episcopal luego de reconocer «comportamiento impropio».

«No estudié para ser detective, estudié para ser pastor»

Hace más de un año, Fernández reveló que envió las pruebas de su acusación al obispo de Rancagua, Alejandro Goic. Sin embargo, al ser éste consultado aseguró que no existió una investigación al respecto debido a que no hubo una «denuncia formal». «No estudié para ser detective, estudié para ser pastor», aclaró.

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