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El sacerdote de Villa Prat, Sergio Díaz, señaló estar molesto y dolido con la Iglesia por todo lo que ha pasado, y que cuando viajó a Santiago para entrevistarse con el nuncio apostólico, Ivo Scapolo, éste no lo recibió. La Nunciatura Apostólica respondió a través de un comunicado, asegurando que Scapolo nunca tuvo conocimiento de esta situación y que no concordó ninguna reunión con él
Entre finales de 1987 y principios de 1988, el entonces acólito de Constitución, Cristian Alcaíno, acompañó al párroco Ramón Iturra hasta la casa de su padre, lugar donde fue abusado por el prelado, según denuncia una carta enviada al Papa Francisco. En aquella época, Alcaíno solo tenía 11 años.
La mañana del jueves, Alcaíno narró a Cooperativa que la carta con las acusaciones y antecedentes fue enviada al Papa con el arzobispo de Malta, Charles Scicluna, luego de los encuentros que mantuvo en nuestro país para indagar en los casos de abusos y encubrimiento en el seno de la Iglesia Católica.
También el miércoles, el párroco de Villa Prat, en la región del Maule, Sergio Díaz, asomó el tema en una reunión que sostuvo el obispo de Talca, Horacio Valenzuela, con los sacerdotes de la región.
Alcaíno narró que en 2017 se entrevistó con Tomislav Koljatic, un enviado del obispo de Linares, a quien relató los hechos y quedó a la espera de las promesas realizadas por la curia maulina en torno a una investigación canónica.
«Hice la denuncia y ni siquiera recibí el llamado de nadie del obispado. He llamado y no me contestan el teléfono, hablé con el padre Luis Fuentealba y me mandó a freír huevos a otra parte. El obispo está al tanto de todo, recibió mi carta y no han hecho nada, ni siquiera salió al Vaticano como me prometieron», aseguró Alcaíno.
El ex acólito agregó que lo que busca es justicia, que este hecho no quede impune. «Llevo desde los 11 años una cruz en los hombros y hoy doy la cara, porque aquí en Constitución hay más casos que no se dan a conocer por temor».
Alcaíno entregó los nombres de otros encubridores: Luis Fuentealba, Vicario de la Pastoral de la Diócesis de Linares; José Ulloa, párroco de los cuarteles de Parral; Humberto Alarcón, párroco de Curanipe y Alex Troncoso, párroco de Retiro, todos ellos encubridores de Ramón Iturra Muñoz quién abusó y ahora está jubilado».
Koljatic: la denuncia fue recibida y se envió a Roma hace 8 meses
El obispo de Linares, Tomislav Koljatic, admitió que la denuncia de Alcaíno fue recibida y enviada hace 8 meses al Vaticano, aún a la espera de una respuesta.
El religioso explicó que «Recibida la denuncia el año pasado de un presunto abuso de un sacerdote hacia un menor en la diócesis de Linares, inmediatamente se activó el protocolo, se hicieron las investigaciones previas».
«Yo dejé sin encargo pastoral al sacerdote, no tiene encargo pastoral, está en una casa particular ahora, se reunieron los antecedentes, se mandaron decreto y cartas a Roma y está la espera de la respuesta definitiva de Roma. Yo lamento que se hagan perder ocho meses, que no me hayan contestado, pero eso ya no depende de mí», finalizó.
Sergio Díaz: «Estoy molesto y dolido con toda la jerarquía de la Iglesia»
El sacerdote de Villa Prat, Sergio Díaz, señaló estar molesto y dolido con la Iglesia por todo lo que ha pasado.
«Estoy molesto y dolido con toda la jerarquía de la Iglesia, por todo lo que ha pasado. Yo trabajo en todo Chile y una vez supe que un cura violó a varios chiquillos. Esa vez, hablamos con el nuncio apostólico (Ivo) Scapolo».
Díaz agregó que cuando viajó a Santiago para entrevistarse con el nuncio apostólico, Ivo Scapolo, éste no lo recibió. «Llegamos lloviendo, con frío, y me dice que no nos va a recibir, (pese a que se trataba de algo) que no era por mí, era por los chiquillos que iban conmigo… ¿Cómo no voy a estar herido, si el papa confía en este nuncio, o confiaba plenamente?».
La Nunciatura Apostólica respondió a través de un comunicado, asegurando que Scapolo nunca tuvo conocimiento de la denuncia a la cual hace referencia el sacerdote y que no concordó ninguna reunión con el sacerdote.
