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La soledad de Montes: la resistencia del partido del orden a las asesorías externas en el Senado PAÍS

La soledad de Montes: la resistencia del partido del orden a las asesorías externas en el Senado

Esta semana la Comisión de Ética del Senado debería zanjar la discusión, una cruzada que ha sido liderada por el parlamentario socialista y que le ha costado más de un roce político con el resto de la ex Nueva Mayoría. No por nada algunos de ellos, recurriendo al RN Andrés Allamand como puente, pidieron tratar el tema con el ministro Chadwick en la reunión que se realizó en su casa a principios de julio.


La agenda pro transparencia del presidente del Senado, Carlos Montes (PS), se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para parte del Congreso y el mundo político. La idea de transparentar las asesorías externas entre 2015 y 2017 ha generado resistencia y ha sacado muchas ronchas al interior de la propia oposición, donde desde los partidos de la ex Nueva Mayoría cuestionan la mediatización de la iniciativa por considerar que pone en riesgo a parte de sus propias bancadas parlamentarias. Una cruzada que hace crujir al llamado partido del orden, el cual ha respondido aislando políticamente al senador socialista.

En el seno de la ex Nueva Mayoría, sus pares en el Senado responden con un grado de alerta cuando se les pregunta por cómo ha ejercido su presidencia en dicha instancia. Si bien Montes siempre ha sido una figura respetada transversalmente, algunos creen que “quiere desesperadamente dejar un legado, algo que sería muy difícil en un año”.

Su círculo cercano reconoce que hubo diversas tensiones desde que Montes dio a conocer algunos objetivos de su agenda. Pero afirman que estarían siendo superadas, más aún desde que la decisión de transparentar las asesorías de 2015 y 2016 quedara en manos de la Comisión de Ética. “Como ya he señalado, se generaron algunas diferencias entre nosotros, pero yo creo que hay cada vez hay más conciencia de la relevancia de transparentar a la ciudadanía nuestra labor”, destaca el presidente del Senado.

La soledad con la que se viste diariamente el senador por Santiago Oriente, guardaría directa relación con su decisión política de llevar adelante la agenda pro transparencia, en la que sería secundado por el independiente Carlos Bianchi y Juan Latorre (RD). Más allá de ellos, “solo hay criticas” a la iniciativa, recalca un alto funcionario de dicha cámara.

Parte de este malestar no provendría solo desde el mundo parlamentario, sino que también han surgido críticas entre los funcionarios y asociaciones de personal de la Cámara Alta, quienes acusan la nula socialización de sus propuestas, como la de la publicación de sueldos e información interna. Todos, cuestionamientos que surgirían desde el “desconocimiento” y la “mala fama” que se ha levantado en contra de Montes “desde los sectores más conservadores, los que quieren que todo quede igual”, recalcan desde el Congreso.

Dentro de la agenda del senador está la reestructuración en la tramitación de leyes, además de la reforma al organigrama, lo que, si bien desde las bancadas de la ex Nueva Mayoría reconocen que lo conversó con ellos, “no lo socializó y puede sentir como que no lo han pescado”. Montes impulsó el cambio en el micrositio de transparencia, donde se deben dar detalles del arriendo de oficinas, la rendición de gastos de la presidencia y vicepresidencia del Senado, y se aumentaron las horas de transmisión de las comisiones, las que en su mayoría continúan siendo secretas.

Miembros de la ex Nueva Mayoría y cercanos a Montes recuerdan que algunas de aquellas ideas ya se habían planteado con anterioridad, pero que el acuerdo que existía era que, de llevarse a cabo, sería después de conocer los resultados de informes externos en profundidad, situación que no ha sido tomada en cuenta por el presidente del Senado. “Eso ha generado bastante ruido”, apuntan.

[cita tipo=»destaque»]Desde la ex Nueva Mayoría y en La Moneda califican la posición del senador Montes como una tozuda búsqueda por dejar una marca en su administración. La resistencia interna en la ex Nueva Mayoría llevó a que la DC y el PPD solicitasen, con el senador RN Andrés Allamand como puente, la cita que tuvo lugar en la casa del ministro del Interior Andrés Chadwick, que se concretó en la tarde del domingo 8 de julio, con el claro objetivo de sondear y concordar cómo reaccionar, tanto desde la sede de Gobierno como el Senado, en caso de que Montes no eche pie atrás en su agenda pro transparencia, que incluye dar a conocer las asesorías externas de forma retroactiva.[/cita]

En las bancadas de la ex Nueva Mayoría existe una molestia transversal con el actuar de Montes, respecto de quien, si bien cuenta con el respaldo del PS, sus pares ya notificaron a la tienda presidida por Álvaro Elizalde que deberán ser ellos quienes respondan por el senador. No solo eso, entre los parlamentarios concluyen que hasta hoy “desde la centroizquierda no ha colaborado en la unidad”, que hace tiempo que no se veía a un presidente “sin respaldo interno”, un pésimo clima que –según el círculo cercano del parlamentario socialista– este habría reconocido al interior de su bancada.

Fuego cruzado

En medio de la solicitud de la Fiscalía y las acciones levantadas por la PDI para recopilar información sobre el caso de las asesorías externas, que incluyó la toma de la declaración de Mario Labbé, secretario del Senado, las bancadas están en medio de un verdadero fuego cruzado.

La pugna se ha desatado principalmente entre la DC y el PS. En ambas tiendas se han apuntado mutuamente como los responsables de que no se logre transparentar el gran número de asesorías externas realizadas entre 2015 y 2016, al tiempo que acusan que, si se llegan a conocer los detalles, habría al menos un senador de cada partido que saldría trasquilado.

Desde la ex Nueva Mayoría y en La Moneda califican la posición del senador Montes como una tozuda búsqueda por dejar una marca en su administración. La resistencia interna en la ex Nueva Mayoría llevó a que la DC y el PPD solicitasen, con el senador RN Andrés Allamand como puente, la cita que tuvo lugar en la casa del ministro del Interior Andrés Chadwick, que se concretó en la tarde del domingo 8 de julio, con el claro objetivo de sondear y concordar cómo reaccionar, tanto desde la sede de Gobierno como el Senado, en caso de que Montes no eche pie atrás en su agenda pro transparencia, que incluye dar a conocer las asesorías externas de forma retroactiva. Eso, a pesar de que el propio presidente del Senado ha reconocido que dejará en manos de la Comisión de Ética la resolución respecto al tema.

Los intentos de entendimiento en la Cámara Alta hasta ahora han apuntado más que nada a la tradicional estrategia de aplicar “borrón y cuenta nueva”, como la decisión del Consejo Resolutivo de Asignaciones, que resolvió transparentar todas las asesorías externas, pero a partir de 2018, sin tocar las de años anteriores, dictamen que entró en vigencia a partir de julio.

Dicho consejo es presidido por el ex senador Andrés Zaldívar (DC), quien protagonizó una fuerte pugna con el Fiscal Nacional Jorge Abbott por el tema de las asesorías. Zaldívar –exponente clave de la cocina política en la Cámara Alta y del partido del orden– impulsó, mientras lideró el Senado, la línea de no transparentar, acusó al Ministerio Público de intervencionismo y se negó a hacerle entrega de los informes. Previo acuerdo con la derecha, liderada por el actual ministro de Justicia y DDHH, Hernán Larraín (UDI), ambos defendieron el argumento de que entregar dicha información sería pasar a llevar a los anteriores presidentes de la Cámara Alta, misma conclusión a la que arribó el Comité de Asignaciones.

Ese acuerdo es el que hoy mantendría en secreto los informes de las asesorías externas de años anteriores. Desde el Congreso aseguran que la mano de Zaldívar “aún pesa” y que, mientras no exista una renovación total de los integrantes del Senado, siempre “habrá algunos que se cuiden las espaldas”.

El cortafuego

El camino de las asesorías externas ha tomado un carril diferenciado al del acuerdo entre los senadores. Fuentes desde la Cámara Alta señalan que no se consiguió acordar qué espacio debía resolver la controversia sobre si se deben o no transparentar desde 2015, lo que habría llevado a que Montes desistiera de su cruzada y dejara en manos de la Comisión de Ética la resolución del problema.

“Pienso que ha sido muy importante publicar los informes de asesorías externas desde marzo de 2018. Se generó una fuerte polémica entre nosotros y hay distintas interpretaciones en relación con los informes del periodo anterior, lo que en definitiva acordamos que lo resolviera la Comisión de Ética”, planteó Montes en su cuenta pública hace un par de semanas.

Dicha comisión deberá resolver una solicitud realizada por Chile Transparente, organización que pidió la publicación del detalle de las asesorías externas desde el 2015. “Un carril distinto” a las definiciones que toman los comités parlamentarios, explica el senador Francisco Huenchumilla (DC), integrante de esa instancia: “Nosotros obramos como una especie de tribunal, y responderemos en base a lo que señala la institucionalidad”, puntualizó.

La sesión está convocada para las 15:00 hrs. y se dará en calidad de secreta, “como todas las sesiones de la comisión”, explica el presidente José García Ruminot (RN). Para que se resuelva a favor del requerimiento de Chile Transparente, la comisión –compuesta por los senadores Alfonso De Urresti (PS), García Ruminot, Huenchumilla, Adriana Muñoz ((PPD) y Juan Antonio Coloma (UDI)– debe aprobar por mayoría simple la solicitud de la ONG, un hecho que parece la última esperanza para que se transparenten los informes de años anteriores, aunque hay quienes señalan que sería la Comisión de Reglamento –que incluye a Montes– la que debería zanjar la polémica.

García Ruminot explicó a El Mostrador que la resolución se entregará sobre la base de los informes jurídicos que fueron solicitados por la comisión a los asesores del Congreso y precisó que no quiere “adelantar posiciones personales, tenemos que hacer un esfuerzo para que sea una resolución consensuada”. Sin embargo, recalca que “los hechos indican que los informes de las asesorías externas deben ser públicas, sujetas a dos restricciones legales: que el senador declare que un determinado informe tiene materias acogidas a reserva de seguridad del Estado o, bien, cuando una senadora o senador diga que el informe respectivo no ha producido ningún efecto jurídico, lo que podría determinar que algunos informes no se publiquen. Por lo demás, es la doctrina que el consejo resolutivo ha tomado”.

Esto significaría que, para que un informe sea transparentado, obligatoriamente debe constituirse un hecho jurídico, que se traduzca en la creación, modificación o extinción de leyes. En simple, deben haber sido un insumo para una propuesta de ley, reglamentos, ordenanzas, una indicación o una votación respecto a estas.

El senador RN explica que, para ello, cada parlamentario «tiene que explicitarlo, no es cosa de llegar y decir que no se publicará” y recalca que “estamos hablando de situaciones excepcionales, la idea general es que son públicos”.

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