
La irrupción de Yasna Provoste
por Edison Ortiz
Y es que en el contexto actual, donde se ha hecho más evidente la ruptura profunda entre patricios y plebeyos, fenómeno ahondado por el estallido social y los efectos del virus –mientras los de abajo se hacen cada vez más pobres, los de arriba se hacen más ricos–, la parlamentaria DC logró posicionarse del lado de los últimos por historia y biografía. Profesora de educación física de una universidad pública regional y que, como en la vieja novela de Miguel de Unamuno, se ha hecho a sí misma. Perteneciente a un pueblo originario (diaguita), ejerciendo, además, a cabalidad su rol de mujer en tiempos donde el discurso de género ha permeado a la sociedad en su conjunto. Democratacristiana de trayectoria, que se ha conectado muy bien con el sentido común que está viviendo esta tragedia –“la gente ha soportado sobre sus hombros esta crisis sanitaria a la espera de que las ayudas lleguen, pero son precarias y mezquinas”– y con una capacidad de escucha notable, en tiempos (y en una cultura patriarcal) donde solo nos escuchamos a nosotros mismos.