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El boom de la fotografía análoga llega a Chile con taller que enseña a revelar rollos de forma económica y sencilla Emprendimiento

El boom de la fotografía análoga llega a Chile con taller que enseña a revelar rollos de forma económica y sencilla

Se trata del laboratorio Análogo blanco y negro, el cual enseñará a sus participantes a revelar sus propios rollos, a preparar químicos y a trabajar en el cuarto oscuro, logrando así que la técnica y el arte se democraticen.


“La fotografía análoga volvió, algunos creyeron que se iba a acabar, pero ahora mucha gente está empezando a incursionar en esta técnica”. Con estas palabras, la directora del taller de laboratorio Análogo blanco y negro, María Hurtado, da cuenta de un renovado interés por este oficio que, muchas veces, tiene poca visibilidad.

Esto la llevó, junto al fotógrafo Domingo Abelli, a desarrollar un proyecto que le permitiera a la gente iniciarse en el uso del laboratorio fotográfico con el fin de que aprendan a revelar sus rollos y ampliar sus fotografías, todo con materiales económicos y de manera sencilla.

De hecho, al final del taller los estudiantes serán capaces de armar un laboratorio en sus propias casas, utilizar sus cámaras análogas a la perfección y, además, podrán comprender la importancia del lenguaje visual en la construcción de imágenes. “La manera de sacar estas fotos es distinta a digital, en el sentido de que tienes 36 exposiciones, además no puedes sacar 5 mil fotos. Tienes que sacar bien las fotos. Tienes que tener paciencia. Te puedes equivocar, pero debes volver a intentarlo. Es, insisto, infinitamente distinto a lo digital, donde puedes sacar todas las fotos que quieras”, comenta Hurtado, quien también es directora audiovisual de la PUC.

Por su parte, Abelli explica que, en general, la fotografía análoga es poco practicada porque suele ser más cara y la gente no conoce el aspecto técnico: “No es llegar y apretar un botón de una cámara. Nosotros queremos enseñar estas cosas técnicas, para que la gente pueda desarrollar su creatividad, sin límites, porque al desconocer lo técnico tu creatividad queda estancada”.

Agrega que, a pesar de que no se tenga un cuarto oscuro, un laboratorio, o un espacio donde construir uno, “igual lo van a poder hacer. Nuestra idea es que la gente se apropie de esta técnica y que puedan hacerlo con lo mínimo. Por lo mismo, vamos a ocupar productos que son súper fáciles de conseguir”.

Según Cristóbal Valdés, experto en fotografía análoga y dueño del laboratorio Migo, lo que se ha visto es que el tema de lo análogo crece, sobre todo porque para las generaciones nuevas que nacieron en lo digital lo análogo es como una nueva tecnología. «Aunque sea vieja», explica, «es como una manera de expresar la fotografía diferente a en la que ellos nacieron y están acostumbrados. Además, hay muchas cámaras dando vuelta y guardadas en los clósets de los abuelos, de los viejos, etc… Muchos cabros están rescatando esas cámaras y dándoles nueva vida”.

El taller comienza en noviembre y consta en total de 8 sesiones (3 clases teóricas y 5 práctica).

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