En el nuevo programa Líderes 2030 el Vicepresidente Ejecutivo de Corfo, Eduardo Bitran, conversó sobre los nuevos proyectos que tienen en relación al mundo de la alimentación saludable.
El Centro Tecnológico para la Innovación Alimentaria, CeTa, es el último gran proyecto en el que ha participado Corfo. La iniciativa fue desarrollada como una forma de dar continuidad a los avances teóricos y científicos en el mundo de los alimentos, con aplicaciones prácticas.
En esta ocasión, Eduardo Bitran, Vicepresidente Ejecutivo de Corfo, contó sobre estos nuevos avances en la industria de alimentos, y las proyecciones que hacen sobre esta misma industria, en el primer capítulo de Líderes 2030, conducido por Max Raide de El Mostrador.
«Chile exporta 18 mil millones de dólares en alimentos, y si nos reorientamos desde la oferta respondiendo a las necesidades de este consumidor, creemos que al 2030 podemos duplicar las exportaciones en valor«, cuenta Bitran. Este nuevo consumidor que menciona Bitran es uno dispuesto a gastar más por alimentos saludables, un consumidor que prefiere alimentos que cuiden el medio ambiente. «Chile es muy de alimento procesado de commodity crecimiento de los alimentos funcionales, Chile está muy incipiente y no está aprovechando esta revolución de alimentos«, agrega Bitran.
CeTa fue creado con el propósito de llevar a Chile a desarrollar productos para estos clientes con conciencia. Y el trabajo en la industria alimentaria no ha quedado solo ahí. Hoy Corfo habla de aumentar la exportación alimentaria y eso incluye los productos del mar. «Hemos hecho mucha investigación para diversificación acuícola y casi nada ha funcionado, hay que generar iniciativas de mayor alcance» agrega Bitran. Los proyectos que sí han funcionado han permitido el desarrollo de la cojinova, la corvina, el congrio, o los erizos. Según Eduardo Bitran estas especies en 5 años más ya podrían ser comercializadas en el mercado internacional.
Hoy Corfo vuelve a tomar el protagonismo que alguna vez tuvo en el pasado, pero la forma en la que vuelven a liderar se actualiza a los nuevos tiempos. «Nuestro rol no es crear empresas públicas, nuestro rol es ser catalizador de procesos de innovación y generadores de capital social en torno al fenómeno de la innovación, en donde el sector privado tiene un rol protagónico», comenta Bitran. Trabajo que llevan a delante gracias a modelos europeos en los que consideran todos los actores relevantes como es la sociedad civil y la industria privada; pero también considera un factor externo que cada vez toma más protagonismo, el cambio climático como un catalizador de la innovación.
Es gracias a este catalizador es que podemos ver proyectos como el desarrollo del erizo, como un producto del mar que no se ve influenciado por la marea roja; o la producción «cojinova en un sistema de recirculación en tierra en condiciones de costo notables y de sustentabilidad notable», como cuenta Bitran. Es pensando en el cambio climático como un actor cada vez más presente, que hoy se puede abrir un mercado para este consumidor consciente, el cual no solo vendrá a cambiar la industria, también cambiará a Chile.
