Sustentabilidad
La empresa Nova Austral estaba trasladando estructuras hacia las aguas de Cabo de Hornos, donde pretendían enjaular a cerca de dos millones de salmones.
La Subsecretaría para las Fuerzas Armadas (FF.AA.) finalmente declaró caducas las cuatro concesiones de la salmonera Cabo Pilar S.A, filial de la firma noruega Nova Austral. Con esos permisos, la empresa buscaba operar en las aguas de Cabo de Hornos.
El organismo ya envió los dictámenes a Contraloría. “Declárase caducada la concesión de acuicultura otorgada a Pesquera Cabo Pilar S.A.”, indica parte de la resolución según consigna La Segunda.
En mayo Sernapesca ofició a la Subsecretaría para las FF.AA. para que diera conocimiento a Nova Austral sobre la caducidad de las concesiones y para que emitiera el dictamen.
“El curso natural que tiene que seguir este proceso es que este decreto se publique para que la empresa se vaya de la zona. No hay ningún otro proceso, en el fondo, que pueda dar pie atrás a lo que las autoridades de pesca ya señalaron
de que estas concesiones ya están caducas”, señaló la coordinadora del área de océanos de Greenpeace, Estefanía González.
La comunidad de Magallanes, específicamente de Cabo de Hornos, alertó en enero sobre el traslado de estructuras que estaba haciendo Nova Austral hacia el canal Beagle. La acción era ilegal, puesto que la empresa tenía una medida cautelar interpuesta por el Tribunal Arbitral de Osorno. La cautelar, dictada el 2008, suspendía temporalmente las concesiones de la salmonera.
Después de terminada la suspensión -el 8 de abril-, la firma noruega seguía trasladando material. Sin embargo, un grupo de civiles y Greenpeace alegaron la caducidad de los permisos, interponiendo un recurso de protección. Luego de un tiempo, Sernapesca ofició a la Subsecretaría para las FF.AA. para que notificara a Nova Austral la caducidad de las concesiones. Pero desde Greenpeace indican que la problemática con las concesiones van más allá del caso de Cabo Pilar.
“Es importante tomar este precedente legal una vez que se termine de cerrar el ciclo para que las autoridades puedan hacer lo mismo con muchas otras concesiones y también con los permisos ambientales en otras zonas del país, donde efectivamente las salmoneras durante muchos años estuvieron pasando piola, pero eso ya no va a ser más así y la gente es la que se ha levantado”, mencionó González.
“Son muchas” -prosiguió- “también las comunidades que se están manifestando en contra de la salmonicultura, no solamente en Puerto Williams, tenemos a la gente de Puerto Natales, a las comunidades kawésqar de la región de Magallanes, a la gente en Aysén, donde también hay solicitudes de espacios costeros para pueblos originarios, también por su puesto en la región de Los Lagos, en Chiloé”.
