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“Nunca pensé que podría sentir otra vez»: Prótesis restaura sensación del tacto a personas amputadas Salud

“Nunca pensé que podría sentir otra vez»: Prótesis restaura sensación del tacto a personas amputadas

El brazo robótico, llamado Luke en honor al icónico personaje de Star Wars, recrea la sensación del tacto mediante sensores que envían señales a los nervios de la extremidad con la que está conectada.


Hace 17 años Keven Walgamott perdió parte de su brazo izquierdo en un accidente. Por más de una década, Walgamott manipuló objetos con una mano.

Esto, hasta el 2016, cuando se unió voluntariamente a una serie de pruebas para experimentar con un brazo y mano protésica. Finalmente Keven pudo restaurar, parcialmente, la sensación del tacto en su extremidad izquierda.

La prótesis, llamada Luke en honor al icónico personaje de Star Wars, es fruto del trabajo de Deka Research & Development Corp. Con la colaboración de ingenieros biomédicos de la Universidad de Utah y otras instituciones, el brazo robótico fue depurado, permitiendo a sus usuarios sentir los objetos.

En las sesiones de experimentación, Walgamott pudo manipular uvas sin aplastarlas, sacar la cáscara de un plátano e incluso colocarse su anillo de matrimonio. Las sensaciones táctiles del usuario facilitaron a concluir con éxito todas estas pruebas. «Casi me hace llorar. Fue realmente increíble. Nunca pensé que podría sentir en esa mano otra vez», expresó Keven.

¿Cómo funciona?

Pero la gran incógnita es ¿cómo funciona la evolución de Luke? La prótesis tiene una matriz de electrodos, constituidos por 100 micro electrodos y cables que se implantan en los nervios del antebrazo del usuario. Esta se conecta, a su vez, a un computador. La matriz “interpreta” las señales de los nervios del brazo (enviadas por los “pensamientos” de la persona), el computador se encarga de traducirlas para, finalmente, impulsar el movimiento del brazo robótico.

Para recrear la sensación de tacto, la prótesis está equipada con sensores que envían señales a los nervios del antebrazo. Es un proceso que funciona a la inversa del anterior.

«Solo proporcionar sensación es un gran problema, pero la forma en que envías esa información también es de importancia crítica, y si la haces más biológicamente realista, el cerebro la comprenderá mejor y el rendimiento de esta sensación también será mejor», señaló el profesor asociado de ingeniería biomédica de la Universidad de Utah y quien dirige al grupo de investigadores, Gregory Clark.

El equipo de científicos pretende seguir profundizando en los usos de Luke. Como la prótesis requiere de una conexión cercana a un computador para funcionar, la autonomía del brazo robótico palidece. Por lo mismo, ya están elaborando una prótesis que funcione a través de una conexión inalámbrica.

Otra de las limitaciones de Luke es que solo funciona con personas cuyos brazos hayan sido amputados bajo el codo. Clark indicó que también quieren expandir el uso de la prótesis a aquellas personas que hayan perdido la extremidad por sobre el codo.

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