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Cáncer de pulmón: principal causa de muerte en América Latina Salud

Cáncer de pulmón: principal causa de muerte en América Latina

Si bien el cáncer es la segunda causa de muerte a nivel mundial, el cáncer de pulmón se ha convertido en la primera causa de deceso a nivel latinoamericano, y se espera que cada vez tenga mayor incidencia en la región. Las proyecciones demuestran que para 2030, habrá más de 151 mil nuevos casos y que la enfermedad causará cerca de 135 mil muertes, un 50% más que en la actualidad.


El cáncer de pulmón es una de las enfermedades silenciosas más peligrosas en el mundo: cobra cerca de 3 vidas por minuto, 4 mil por día y 1,59 millones al año. En Chile, mueren cerca de 3 mil personas anualmente por esta patología, representando el 3% del total de decesos, y constituye la segunda mayor causa de fallecimiento por cáncer.

Además del costo en vidas humanas, el cáncer de pulmón es un problema de salud pública significativo en los países de América Latina, donde, según el informe Challenges in Facing the Lung Cancer Epidemic and Treating Advanced Disease in Latin America, se estima que la carga económica total actual del cáncer asciende a US$ 4.500 millones, y para 2030
habrá más de 151 mil nuevos casos y 135 mil muertes asociadas.

“La principal barrera es que el paciente tiene dificultades para acceder oportunamente a un tratamiento (…) Generalmente los pacientes se presentan con esta enfermedad ya avanzada o metastásica, llegando tarde para un tratamiento curativo”, agrega la especialista broncopulmonar del Instituto Nacional del Tórax, Dra. María Paz Saavedra.

Las cifras a nivel nacional tampoco son alentadoras. De acuerdo al Ministerio de Salud, esta patología, que afecta en mayor cantidad a los varones mayores de 15 años y prácticamente duplica el valor estimado para las mujeres, tiene una incidencia anual cercana a los 2.100 casos, siendo las regiones más afectadas Antofagasta (62,5 casos por 100 mil habitantes), Tarapacá (27,9 casos por 100 mil habitantes) y Arica y Parinacota (26,4 casos por 100 mil habitantes).

“En Chile, cerca de 3 mil personas mueren cada año por cáncer de pulmón. En este sentido, el diagnóstico y la prevención son claves para enfrentar el tratamiento de esta enfermedad”, explica el doctor Cristian Ibarra, broncopulmonar perteneciente al equipo de Previpulmón de Clínica Las Condes.

Si bien en las últimas décadas se han realizado grandes avances en el abordaje de esta enfermedad y se han desarrollado herramientas de diagnóstico y tratamientos más precisos y personalizados, la creciente incidencia del cáncer de pulmón plantea importantes desafíos para el país, considerando el panorama venidero en la atenciones de salud una vez superada la crisis sanitaria por Covid-19, pandemia que además dejó demostrado que no se estaba totalmente preparado para atender a una mayor cantidad de pacientes.

“La importancia de identificar nódulos sospechosos o cáncer de pulmón en estado temprano, permitirá dar un seguimiento o iniciar un tratamiento oportuno ”, expresa la doctora Laura Itriago, hemato oncóloga y jefa del Centro del Cáncer María Luisa Solari Falabella de Clínica Las Condes.

Pese a lo anterior y gracias a las distintas investigaciones científicas que han ido profundizando en el conocimiento de esta patología, hoy existe una mayor comprensión de la taxonomía de la enfermedad y se sabe que no existe un único cáncer de pulmón, sino distintos tipos que varían en función de la genética del cáncer y el tipo de célula pulmonar a partir de la cual se origina la enfermedad.

“Hemos descubierto que a través del desarrollo de medicamentos y de herramientas de diagnóstico innovadoras, podemos llegar a un tratamiento adecuado, en el momento preciso y para cada tipo de paciente. Esto, caracterizando adecuadamente el tipo de enfermedad y su estadio de desarrollo, para poder brindar al paciente la mejor alternativa terapéutica disponible”, agregó el gerente general de Roche Chile, Antonio da Silva.

Sin embargo, la percepción pública del cáncer de pulmón como una enfermedad autoinfligida ha creado un estigma que aísla a los pacientes, creando barreras para conseguir ayuda, obtener un diagnóstico e iniciar el tratamiento de manera oportuna.

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