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Mal uso de antimicrobianos: una amenaza para la salud Salud

Mal uso de antimicrobianos: una amenaza para la salud

Desde el año 2015, la Organización Mundial de la Salud ha impulsado la celebración anual de la “Semana mundial de concienciación sobre el uso de los antimicrobianos” con el objetivo de sensibilizar sobre este fenómeno mundial y alentar al público en general, a los trabajadores de la salud y a las instancias normativas a que adopten prácticas óptimas para prevenir su aparición y propagación.


¿Sabías que, por utilizar incorrectamente antibióticos, las bacterias se pueden transformar y ser capaces de provocar enfermedades graves e incluso provocar la muerte de personas? Aquí te entregamos las principales recomendaciones para evitarlo.

Los antimicrobianos son fundamentales para combatir enfermedades en personas, animales y plantas. Entre los antimicrobianos se encuentran medicamentos para tratar infecciones por bacterias, virus, hongos y parásitos. Algunos ejemplos de medicamentos son los antibióticos (amoxicilina y azitromicina), antivirales (aciclovir), antimicóticos (fluconazol y clotrimazol) y antiparasitarios (albendazol).

«Es importante tener claro que para que un antimicrobiano sirva para tratar una enfermedad, depende de que el medicamento sea capaz de ejercer algún efecto sobre el microorganismo que está provocando dicha patología, explica César Padilla, jefe de la Unidad de Gestión de Medicamentos del Servicio de Salud Metropolitano Occidente.

El problema es que, si los medicamentos antimicrobianos se usan de manera irracional, los microorganismos pueden aprender a defenderse y generar resistencias que pueden ser reales problemas de salud pública y poner en peligro a personas, animales y plantas.

Actualmente, la resistencia antimicrobiana es una preocupación a nivel mundial. Mientras la velocidad de formación de microorganismos multirresistentes aumenta, la capacidad de creación de nuevos medicamentos antimicrobianos es menor. Lo anterior, significa que mientras en el mundo aparecen más microorganismos que aprendieron a defenderse, nos estamos quedando con menos armas para poder atacarlos.

Resistencia antimicrobiana

Desde el 18 al 24 de noviembre este año se conmemora la semana mundial de concientización sobre el uso de los antimicrobianos, instancia que busca educar sobre el adecuado uso de los antimicrobianos, los cuales se encuentran entre los recursos médicos más valiosos que el mundo haya conocido y han tomado hoy un mayor protagonismo cuando el mundo entero se encuentra enfrentando una pandemia.

La resistencia antimicrobiana (RAM) se refiere a la capacidad de ciertos microorganismos, como por ejemplo las bacterias y los virus, de neutralizar el efecto de los medicamentos, como los antibióticos y antivirales, respectivamente. En la actualidad es ampliamente reconocida como una de las mayores amenazas para la salud pública mundial. Esto, porque tiene el potencial de afectar a cualquier persona, de cualquier edad, en cualquier país, amenazando la capacidad para tratar infecciones graves y realizar importantes procedimientos médicos, entre otros.

A nivel mundial, la RAM causa 700 mil muertes al año, de acuerdo con el reporte “Review on Antimicrobial Resistance” liderado por Jim O´Neil. Numerosos especialistas concuerdan en la importancia de encontrar una pronta solución, antes de que esta situación y su impacto empeoren. La acción de los gobiernos, la industria y la sociedad civil es clave en un contexto donde se espera que la resistencia a los antimicrobianos cause 10 millones de muertes al año para el 2050, un número mayor al de las personas que morirían por cáncer.

Higienización más que antibióticos

Jaime Labarca, médico infectólogo, jefe del Departamento de Enfermedades Infecciosas del Adulto, de la Escuela de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile, explica que los antibióticos no siempre son necesarios y que es muy importante considerar diversos aspectos para recetarlos de forma adecuada, lo cual es vital para la contención de la RAM.

“Para evitar la propagación de un virus, no tan solo el que nos aqueja hoy sino que cualquier otro, así como la diseminación de bacterias resistentes, es muy importante la correcta higienización de las manos, y esto debe ser sí o sí con mayor frecuencia a nivel hospitalario. Eso está súper comprobado”, señala el especialista.

Con la llegada del coronavirus se ha incrementado la higienización de las manos en los hospitales y se ha difundido su importancia. El mismo profesional detalla que la pandemia ha hecho que también se llegue a una concienciación sobre el uso de alcohol gel como una herramienta de higienización que prevé se mantendrá en el tiempo.

Recomendaciones

Que los profesionales de la salud, ya sean médicos o veterinarios, no receten antibióticos a no ser que sea estrictamente necesario es una de las claves para prevenir la resistencia antimicrobiana. También es muy relevante que los pacientes no se automediquen con ningún antimicrobiano.

En Chile, existen diversas estrategias contra la resistencia a los antimicrobianos como las regulaciones en el uso en personas y animales además de ciertas acciones en los centros de salud para evitar la formación de microrganismos multirresistentes. Sin embargo, todos podemos aportar para promover el uso racional de antimicrobianos.

1. Nunca automedicarse con antimicrobianos: No todas las enfermedades requieren de su uso. Por ejemplo, muchos resfríos son causados por virus, por lo que no es necesario utilizar antibióticos.
2. No tomar medicamentos prescritos a otra persona: La decisión de utilizar antimicrobianos debe ser realizada por un profesional de la salud, habilitado legalmente para recetar fármacos y con los conocimientos necesarios para seleccionar el medicamento adecuado y en las dosis correctas, según el tipo de enfermedad.
3. Evitar presionar al médico para que te prescriba antimicrobianos: No insistir en pedir una receta para tomar medicamentos que no se necesitan.
4. Seguir las instrucciones del profesional de la salud: Es de mucha importancia utilizar los medicamentos según la indicación clínica. Al utilizar dosis diferentes o si el tiempo de tratamiento no es el adecuado, se promueve la formación de microorganismos resistentes.
5. Compartir esta información con otras personas: Mientras más gente sepa y tome conciencia de este problema a nivel mundial, más probabilidades tenemos de mejorar la situación.

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