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Los modelos de residencias para la nueva institucionalidad en infancia en Chile Niñez

Los modelos de residencias para la nueva institucionalidad en infancia en Chile

Proyecto de María Ayuda incorpora conocimientos en intervención, trauma, gestión, y sanación a través de la naturaleza y la arquitectura, entre otros temas, y se enmarca dentro del plan estratégico de aquí a 2028.


Cumplir el objetivo de proteger a niños, niñas y adolescentes vulnerados en sus derechos (NNA), es lo que busca Casa Alma, el nuevo modelo de residencia infantil que promueve María Ayuda.

Este modelo de residencia se enmarca dentro de los cambios profundos que propone la nueva institucionalidad estatal en protección especializada de la infancia, denominada Mejor Niñez, y que reemplaza al antiguo Servicio Nacional de Menores, Sename.

De esta forma, se pretende reinsertar a los niños, niñas y adolescentes en un entorno familiar, en el menor tiempo posible, incorporando nuevas herramientas de diagnóstico, intervención y acogida, de manera más personalizada, haciéndose cargo de las necesidades particulares de cada caso.

“Casa Alma quiere ser un lugar de acogimiento y transformación, que se adapte a lo que cada niño y niña necesita hoy, integrando la experiencia que tenemos de todos estos años, los nuevos conocimientos en neurociencia y psiquiatría, incorporando lo que hemos hecho bien y reconociendo las fallas de manera muy crítica”, dice Ximena Calcagni, directora del proyecto.

En concreto, se busca transformar las 13 residencias con que cuenta María Ayuda, en 11 ciudades de Chile, lo que implica transitar de un sistema de cuidado proteccional a uno de cuidado terapéutico, que ayude de manera más efectiva a los NNA a sanar y resignificar las experiencias que les han producido daños.

“Queremos incorporar todo el nuevo conocimiento en intervención, trauma, gestión, trabajo con los equipos, sanación a través de la naturaleza y arquitectura. Integrar las fortalezas del sistema, los nuevos conocimientos y la innovación, buscando dar una respuesta nueva y distinta, una respuesta integral y multidimensional que nos permita alcanzar los objetivos, teniendo a la vista las experiencias propias y de terceros, a nivel nacional e internacional, y con un profundo conocimiento de la realidad y necesidades que hoy tienen los niños y niñas”, señala Calcagni.

El proyecto, que forma parte del plan estratégico de la organización al 2028, tuvo su hito inaugural con la puesta de la primera piedra de la futura residencia Casa Alma en la comuna de La Florida.

Nueva mirada

Para Ximena Calcagni, el punto de partida para este nuevo modelo de residencia es la aceptación de que aún falta mucho por hacer para dar una respuesta adecuada a las necesidades de los niños, niñas y adolescentes.

“Tenemos que reconocer que hemos hecho el trabajo muy bien con muchos de ellos. Como residencia, hemos sido un lugar seguro, protector y cariñoso, pero hay muchos otros que han sufrido muchísimo, lo que nos lleva a preguntarnos qué falta por hacer y revisar en nuestro trabajo como María Ayuda”, asegura.

Para lograrlos, Casa Alma ha contado con el apoyo económico de múltiples empresas, instituciones y personas que  han contribuido a hacer realidad el proyecto. Además, un sinnúmero de profesionales han aportado su conocimiento y experiencia, tanto en el diseño y arquitectura de las nuevas residencias, como para el nuevo trabajo terapéutico y de acompañamiento que se aplicará con los niños, niñas y adolescentes.

“Esta iniciativa, por su alta complejidad, tiene un costo mucho más alto al del sistema actual, y la subvención estatal no resulta suficiente. Se requiere de nuevas fuentes de financiamiento, personas y empresas, fundaciones, organizaciones públicas y privadas que colaboren en este sueño de transformar las trayectorias de vida en forma sostenible, y colaborar desde ahí a la erradicación del maltrato infantil en Chile”, señala Ignacio De Iruarrizaga, presidente del directorio María Ayuda.

“Se apunta a algo más allá de cumplir con la nueva institucionalidad. Lo que queremos es encontrar una solución a los problemas de la infancia hoy día, y estamos seguros que a través de este proyecto, por fin, estamos encontrando el camino. Y en este camino queremos invitar a todos a sumarse. Queremos compartir este aprendizaje y trabajar en conjunto con todas las personas e instituciones que lo deseen. Así podremos, como sociedad, terminar con la vulneración de los derechos de nuestros niños, niñas y adolescentes”, recalca Calcagni.

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