Opinión
La crisis sanitaria no ha terminado y es difícil determinar con precisión cuánto tiempo le queda. Por eso, en un contexto de incertidumbre, debemos ser flexibles y adaptarnos, implementando las lecciones aprendidas y estando atentos y receptivos a todo lo nuevo y distinto.
En este último año hemos aprendido más que en toda una década, aprendizajes que nos permitieron dar un paso histórico en la medicina. La pandemia nos demostró la importancia que juega la rapidez en la ciencia y lo fundamental que es trabajar colaborativamente por un bien global. Entendiendo que la ciencia, la salud y la forma de comprenderlas deben tomar un nuevo rumbo para afrontar los desafíos presentes y futuros en la medicina. Haciéndose cargo también de la importancia de invertir, buscar acuerdos y protocolos para el desarrollo de la ciencia, asumiendo que es uno de los principales capitales de desarrollo de los países.
Sacar a la ciencia de los laboratorios para llevarla a la calle, a la vida cotidiana de las personas, nos permitirá generar un real cambio de paradigma, concientizando a las personas de lo importante que es prevenir una enfermedad y realizarse exámenes para detectar una enfermedad a tiempo.
Ciudadanizar los conceptos, los beneficios, los efectos de los nuevos descubrimientos, ayudará a conseguir mayor vitrina, mejores espacios de entendimiento y, sin duda, una complicidad necesaria de las personas para potenciar la investigación e innovación, así como también la prevención.
Haciéndonos cargo de esto, y con motivo del aniversario de los 125° años de Roche, desarrollamos la iniciativa “Celebrate Life: La ciencia nos cambia la vida”, instancia en la que se debatió el futuro de la salud y el potencial desarrollo que tendrá la medicina al servicio de las personas, así como también se analizó hacia dónde debe apuntar la ciencia de los próximos años. Con cerca de 35 mil conectados y un alcance total en redes sociales de más de 9 millones de personas a nivel Latam, logramos corroborar que la ciencia se posiciona cada día más en el interés ciudadano, y que sus avances son de alta relevancia para la población.
Cuando nos referimos a que la ciencia nos cambia la vida, estamos haciendo énfasis en que la fusión entre ciencia, innovación y emprendimiento han permitido desarrollar todos los materiales, herramientas y tecnologías que nos ayudan a tener una mejor calidad de vida, en todos los aspectos posibles. Un claro ejemplo de esto se traduce en que cada persona es única y también lo son las enfermedades, por lo que estos avances científicos nos permiten otorgar el tratamiento adecuado, a la persona indicada y en el momento oportuno.
El desarrollo de la ciencia, la tecnología y la innovación parece no tener límites. Creo que aún desconocemos hasta dónde pueden llegar, por lo que debemos seguir por ese camino para desarrollar, a través de la ciencia e investigación, soluciones innovadoras que permitan tener una llegada más rápida y eficiente. Y al mismo tiempo, tenemos el gran desafío de comunicar de manera simple, en las plataformas adecuadas, todo este camino que se abre lleno de oportunidades a un modelo de salud que transite del tratamiento de la enfermedad hacia el cuidado preventivo, donde tanto la digitalización como personalización de la medicina jugarán un rol fundamental.
La forma de entender la medicina y su aplicación en la salud pública debe fundarse en el reconocimiento de las ciencias y sus avances. Aceleremos la ciencia, para entregar una medicina más personalizada que se traduzca en otorgar más oportunidades para quienes realmente importan: los pacientes. Adaptemos, también, el lenguaje y los espacios para que la ciencia sea parte de todo y no solo un par de páginas en las secciones especializadas.
Entremos en modo ciencia. Porque la ciencia te cambia la vida y la vida cambia la ciencia.
Los dejo invitados a revivir la jornada en https://celebrateliferoche.com/
