Innovación
Con las saponinas del Quillay, la compañía desarrolló un importante componente presente en la quinta vacuna aprobada en la Unión Europea para el control de la pandemia del Coronavirus.
Con más de 40 años llegando a todo el planeta con soluciones naturales basadas en el árbol de Quillay para las industrias de la salud, alimentación, agricultura, cosmética, medio ambiente y minería, la empresa chilena Desert King se propuso contribuir al combate de la pandemia y desarrollar un importante componente de la vacuna del laboratorio Novavax, la que a fines de 2021 se convirtió en la quinta vacuna aprobada en la Unión Europea para el combate del SARS-Cov2.
La alta demanda por este precursor de adyuvante dio origen al proyecto estratégico de la compañía, consistente en plantaciones clonales de Quillay cuyo objetivo es garantizar un suministro sustentable de materia prima y, a su vez, reforzar su compromiso con el cuidado del medioambiente, disminuyendo la presión sobre el bosque nativo.
El desarrollo de este componente para la vacuna y, además, las plantaciones clonales del Quillay, le permitieron a Desert King obtener el importante premio Asociación de Empresas de la V Región (Asiva) en dos categorías: Innovación y Desarrollo Empresarial.
El gerente general, Andrés González, explicó que crean “valor para las personas y la naturaleza a través del desarrollo ético de productos naturales únicos, basados en el conocimiento y metodologías de biotecnología».
«Nuestro compromiso es continuar elaborando productos naturales de alto valor para las personas y el planeta”, agregó.
Asiva es una gremial multisectorial que agrupa a más de 125 grandes, medianas y pequeñas empresas de la región de Valparaíso, que busca contribuir al desarrollo sostenible y cuenta con 67 años de trayectoria.
