Calidad, equidad e inclusión: los tres desafíos de la educación en el mundo

El sistema educativo mundial está enfrentando una época de crisis debido a que las medidas de adaptación que se tomaron durante la pandemia mostraron y profundizaron las fragilidades que enfrenta el sistema. De este modo resulta fundamental una solución en materias, como la calidad, la equidad e inclusión.

Precisamente debido a la interconectividad que generó el uso masivo de internet como forma de impartir educación es que se pudo visibilizar más nítidamente un problema compartido, expuso la directora del Centro Líderes Educativos de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Carmen Montecinos.

“Los sistemas educativos ya dejan de estar aislados y se generan más interacciones para aprender de manera ágil respuestas a problemas que no habíamos tenido antes, así rápidamente se crearon sistemas de adaptación a nivel mundial para poder mantener la educación. La tecnología permitió tener más alcance para apoyar a las comunidades educativas y también se produce la colaboración internacional para resolver solidariamente los desafíos”, sostuvo la académica de la Escuela de Psicología.

De esa manera, la conectividad en línea dio paso a que “los programas para el desarrollo profesional continuo destinado a docentes y directivos tengan una cobertura más amplia en Chile, permitiendo también un acceso a expertos de distintas partes del mundo. Esto facilita generar una visión y un lenguaje compartido respecto a qué educación necesita nuestro país, qué competencias y herramientas necesitan los profesores y directivos para hacer esa educación posible, siempre con el foco de aumentar la calidad, la equidad e inclusión”, afirmó la psicóloga Montecinos.

Las problemáticas a nivel escolar son complejas y abarcan distintos ámbitos, como la salud mental, el acceso a alimento y la vivienda, junto con la adaptación de los contenidos de la malla curricular para un buen entendimiento y aprendizaje.

“A nivel de los centros educativos, un desafío mayor es que no logran que todos los alumnos asistan. Junto con pesquisar a los ausentes, esto puede ser una oportunidad para pensar si el currículo escolar es interesante y atractivo para las y los estudiantes. Esto pasa por analizar cómo se ha definido el currículum escolar o cómo los profesores interpretan los focos de ese currículum que podría provocar que la escuela no sea un espacio en que algunos estudiantes quieran estar. A nivel de salud mental, son complejidades que un estudiante trae a la escuela más que un problema que se crea ahí, por lo tanto, requiere atención y coordinación de las unidades educativas con otros servicios”, indicó la académica PUCV.

Respecto al tema alimentario hay “problemas de calidad que la escuela puede abordar, desde proyectos e intervenciones de otras entidades. A nivel habitacional tenemos muchos niños, niñas y adolescentes que se mueven de lugar porque la familia no tiene dónde vivir o viven de allegados y se tienen que ir cambiando. Esto crea mucha inestabilidad en la trayectoria educativa de los estudiantes”, afirmó Montecinos. 

“Chile es un país en que la inequidad educativa es muy grande y esto aumenta con las medidas que se tuvieron que tomar en el contexto de pandemia, por lo tanto este seminario lo que hace es traer a personas que han estado en la primera línea de la investigación y el desarrollo de conocimientos sobre cómo se aborda la inequidad de una manera sistémica, porque no es un problema solo del Ministerio de Educación, es un problema multisectorial”, dijo la especialista.

El Centro Líderes Educativos PUCV, junto con la Universidad de Chile, la Universidad Diego Portales, la Universidad de Magallanes y la Fundación Educacional Arauco, formaron el Centro de Liderazgo C Líder  financiado por el Ministerio de Educación. C Líder tiene como misión, desde una perspectiva interdisciplinaria, apoyar el fortalecimiento de la calidad del sistema escolar, a través de la formación de personas, la investigación, el desarrollo y la innovación en liderazgo educativo.