
El Japón feudal en los videojuegos: una fascinación que no se detiene
El Japón feudal seguirá siendo una fuente inagotable de inspiración para los videojuegos. Ya sea explorando islas bajo amenaza mongola, infiltrándose como asesino entre sombras, o recorriendo campos de flores antes de un duelo al amanecer en blanco y negro.
El Japón feudal ha sido durante décadas un terreno perfecto para los videojuegos. Desde sus paisajes montañosos y castillos imponentes hasta los códigos de honor de samuráis y ninjas, este periodo histórico ha inspirado muchos de títulos que buscan capturar la esencia de una cultura sumamente ajena para este lado del mundo, la cual ha atravesada por el conflicto, la filosofía y la estética.
Hoy, más que nunca, los jugadores muestran un apetito claro por estas narrativas. En una industria que constantemente busca nuevas formas de inmersión y exploración, el Japón feudal ha ofrecido una experiencia única: un equilibrio entre acción, contemplación y belleza.
Una conexión cultural y emocional

Crédito: PS4
El éxito de Ghost of Tsushima en 2020 marcó un antes y un después. Desarrollado por Sucker Punch, este exclusivo de PlayStation fue aplaudido por su fidelidad visual, narrativa envolvente y respeto por la cultura japonesa, todo sin ser un producto japonés. El juego no solo logró un impresionante nivel de inmersión, sino que también abrió el debate sobre quién tiene el derecho de contar ciertas historias, algo que la industria ha comenzado a discutir más abiertamente.
La llegada de Ghost of Yotei, su esperada continuación, no hace más que confirmar que esta fascinación está lejos de acabarse. Con mejoras técnicas, nuevas mecánicas y una evolución narrativa, Yotei promete seguir profundizando en el vínculo emocional entre el jugador y ese Japón mítico que vive en la memoria colectiva.

Crédito: PS5 – Blog PS5
Assassin’s Creed Shadows: cuando la saga se encuentra con Oriente
Ubisoft también escuchó al público. Por años, los fans de Assassin’s Creed pidieron una entrega ambientada en el Japón feudal, y finalmente llegó, durante el primer trimestre de 2025, con Assassin’s Creed Shadows. Esta entrega mezcla la ficción histórica de la franquicia con elementos icónicos del periodo japonés, explorando las tensiones entre clanes, la figura del shinobi y los cambios sociales de la época.
Aunque su llegada no estuvo exenta de polémicas y controversias debido a errores históricos o una supuesta “agenda” narrativa, lo cierto es que el juego logra ofrecer una experiencia intensa, con una ambientación de alto nivel y una jugabilidad que refresca la fórmula de la saga.

Crédito: Xbox – Ubisoft
Las comparaciones con Ghost of Tsushima no se hicieron esperar, y es comprensible. Ambos títulos comparten una ambientación en el Japón feudal y una estética visual poderosa, pero toman caminos narrativos que a mi juicio son fundamentalmente distintos. Mientras el exclusivo de PlayStation se enfoca en el honor del samurái, en la contemplación y la poesía visual, Assassin’s Creed Shadows opta por una ruta más política, conspirativa y fantasiosa, coherente también con el ADN de la saga desde sus orígenes, lo cual, como seguidora del credo, agradezco. Son juegos que se pueden disfrutar de forma completamente independiente, pero que, en conjunto, enriquecen el imaginario gamer sobre esta época histórica.
En mi caso, y a modo de mini review, debo decir que disfruté mucho Shadows. Más incluso que Mirage, la entrega anterior. Sentí además que en la Xbox Series X el juego aprovechaba al máximo el potencial de la consola, tanto a nivel técnico como visual. La historia me mantuvo enganchada y lo sentí como un excelente punto de restructuración para donde debe ir la franquicia, entregando una mezcla de mecánicas clásicas con una narrativa que rescata elementos que los fans de siempre —como yo— extrañaban, incluyendo guiños a Abstergo y a todo el universo Assassin’s Creed. No es solo una nueva entrega: es un paso adelante para la franquicia, y una prueba de que aún puede haber espacio para mejorar y reinventarse sin perder su esencia.
Un legado que sigue creciendo
Más allá de estos lanzamientos actuales, el Japón feudal ha sido escenario de múltiples joyas en el pasado: desde Tenchu en la era de PlayStation 1, pasando por Onimusha, hasta títulos independientes como Trek to Yomi o Aragami. Todos aportan diferentes miradas: desde el sigilo y la acción, hasta la introspección y la tragedia.
Este interés sostenido demuestra que no se trata solo de una moda pasajera. La combinación de historia, misticismo, estética y filosofía japonesa ha calado hondo en quienes jugamos, y los estudios lo saben. Hoy por fin, ya no son solo juegos para Japón, ya que con el tiempo los mismos desarrolladores han entendido y apreciado como el consumidor occidental se embarca en el viaje feudal que ocurrió al otro lado del mundo, un par de siglos atrás y toma las banderas de lucha de la época.
Para seguir jugando
El Japón feudal seguirá siendo una fuente inagotable de inspiración para los videojuegos. Ya sea explorando islas bajo amenaza mongola, infiltrándose como asesino entre sombras, o recorriendo campos de flores antes de un duelo al amanecer en blanco y negro como lo hizo Akira Kurosawa en el cine. Los gamers siguen encontrando en estas historias algo más que entretenimiento: una conexión emocional con un pasado reinventado, pero profundamente atractivo.
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— Ana Sagara (@kerosut) July 23, 2020
Este 2025 será a mi juicio un gran año para esto. Tenemos no uno, sino dos exponentes AAA de esta temática: Ghost of Yotei – que sale durante octubre de este año – y Assassin’s Creed Shadows que ya está disponible en varias plataformas. Dos formas distintas de ver una misma época, y una prueba más de que el Japón feudal, en el mundo gamer, nunca pasa de moda.