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Hologramas para detectar bacterias

El microscopio tiene dos modos de operación: el de transmisión, que puede analizar sustancias líquidas como sangre y agua, y el de reflexión que produce imágenes holográficas de superficies más densas, como alimentos.


Científicos en California crearon un microscopio capaz de detectar bacterias, como la E. coli, por medio de hologramas.

El aparato utiliza un rayo láser en lugar de los lentes convencionales y puede identificar microorganismos en el agua, alimentos y la sangre.

Tal como informan los científicos de la Universidad de California, en Los Ángeles (UCLA), el dispositivo puede ser producido con un costo de menos de US$100.

Las imágenes, agregan, pueden cargarse en computadoras remotas para llevar a cabo análisis más a fondo de los microbios.

Los detalles del aparato aparecen publicados en la revista Biomedical Optical Express.

Micro 3D

El microscopio tiene dos modos de operación: el de transmisión, que puede analizar sustancias líquidas como sangre y agua, y el de reflexión que produce imágenes holográficas de superficies más densas, como alimentos.

«El modo de transmisión es muy bueno para mirar objetos ópticamente transparentes, como células o cortes extremadamente delgados», explica el doctor Karl Ryder, del Centro de Microscopía Avanzada de la Universidad de Leicester, Inglaterra.

«Sin embargo, si se desea analizar superficies más sólidas no se puede usar el modo de transmisión porque la luz no puede atravesar el objeto».

En el modo de reflexión, el microscopio utiliza holografías para crear una imagen en 3D de la muestra que está siendo analizada.

«Tomas un láser y divides el rayo en dos utilizando un espejo. Después usas uno de esos rayos para iluminar tu muestra», explica Ryder.

«Posteriormente puedes recombinar esos dos rayos utilizando matemáticas avanzadas para construir una imagen de 3D de tu objeto», agrega.

Una ventaja clave de este diseño es que emplea componentes eléctricos muy baratos en lugar de los costosos y pesados lentes de los microscopios convencionales.

«No hay óptica en este sistema. Lo han producido muy pequeño para poder ver muestras pequeñas, de manera que no hay necesidad de complejos enfoques», señala Ryder.

El aparato utiliza fotosensores digitales como los que se usan comúnmente en dispositivos como el iPhone o Blackberry y cuya producción cuesta menos de US$15 cada uno.

A pesar de su bajo costo, los investigadores afirman que el microscopio es capaz de detectar hasta los brotes de microbios más difíciles de identificar, como la bacteria E. coli.

«Detectar la E. coli en bajas concentraciones en agua y alimentos es una tarea muy difícil. Este microscopio podría ser parte de la solución para la investigación de campo», apunta el profesor Aydogan Ozcan, de la UCLA.

El aparato, dice el investigador, capta datos sin procesar pero su diseño simple permite que el procesamiento pueda ser llevado a cabo en un dispositivo externo con más poder computacional.

Por ejemplo, un usuario de campo puede enviar los datos de la imagen en un teléfono móvil, una PC o incluso cargarla a un servidor de internet.

Ozcan cree que el microscopio podría ser una herramienta muy valiosa para los trabajadores médicos en los países en desarrollo.

«Con sólo un corto entrenamiento, los médicos podrían usar este tipo de aparatos para mejorar la atención a la salud en áreas remotas del mundo que tienen poco acceso a equipos de diagnóstico», afirma el investigador.

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