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Niños de tres a 12 años: los más expuestos por estos días a los temidos piojos y liendres

Niños de tres a 12 años: los más expuestos por estos días a los temidos piojos y liendres

a directora médica de Laboratorio Chile, doctora Virginia Socías, dijo que hay un desconocimiento sobre los tratamientos existentes y que la recomendación es buscar productos no tóxicos, especialmente formulados para utilizarlos con los más pequeños.


Según un estudio de la facultad de Medicina de la Universidad Católica, más del 30% de los niños se contagian de piojos en esta época del año. La pediculosis aparece con mucha frecuencia en menores de entre tres y 12 años, llegando a ser tan contagiosos como un resfrío o una alergia. De ahí que una erradicación 100% efectiva resulta más que necesaria, sobre todo cuando se está en época escolar.

La directora médica de Laboratorio Chile, doctora Virginia Socías, dijo que hay un desconocimiento sobre los tratamientos existentes y que la recomendación es buscar productos no tóxicos, especialmente formulados para utilizarlos con niños. “Es importante que los papás lean las etiquetas de los envases de los pediculicidas y opten por los que contengan dimeticona, componente no tóxico para la salud de los pequeños y altamente efectivos en la erradicación de los piojos”.

Por su parte, Patricia Hernández, Brand Manager de NoPiox, asegura que lo ideal es detectarlo a tiempo, ya que estos parásitos pueden llegar a poner hasta diez huevos al día. “De estos nace una liendre que crece y se convierte en piojo, y así continúa el ciclo. Éstos viven en las cabezas de los niños con pelo limpio, sobreviven al calor, la humedad y se alimentan de sangre”.

Pero, cómo prevenir y estar pendientes para que no nos contagiemos?. A continuación las especialistas comparten algunos prácticos y eficientes consejos:

– Revisar periódica y detalladamente la cabeza de los niños, sobre todo en las niñitas, que suelen tener el pelo largo y gustan de traerlo suelto.

– Fijarse en el primer gran síntoma: los niños se rascan la cabeza sin parar.

– Revisar con mayor énfasis detrás de las orejas o nuca.

– Lavar la ropa, gorros, bufandas, sábanas y toallas usadas por el niño, a una temperatura sobre 50°.

– Limpiar bien los lugares donde suelen estar lo más pequeños, aspirar en caso de que sea necesario y sacudir almohadas, cojines y sillones.

– Por último, hay que saber diferenciar entre la caspa y los piojos, lo que es muy sencillo, ya que al sacudir un poco el cabello o al pasar los dedos, la caspa se desprende fácilmente, mientras los piojos y las liendres se aferran de éste.

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