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Ser mujer y no tener culpas por trabajar y ser exitosa

Ser mujer y no tener culpas por trabajar y ser exitosa

El problema del género femenino es que muchas cumplen con un doble rol que involucra ser dueñas de casa y además, desenvolverse en el mundo laboral, poniendo parte de sus esfuerzos en conseguir una buena carrera profesional.


Sin desmerecer al género masculino, en Chile son las mujeres quienes generalmente llevan las riendas del hogar: son quienes por lo general se preocupan de los hijos, del marido, del orden de la casa y hasta de los menús diarios de alimentación.

El problema del género femenino es que muchas cumplen con un doble rol que involucra  ser dueñas de casa y además, desenvolverse en el mundo laboral, poniendo parte de sus esfuerzos en conseguir una buena carrera profesional.

¿Es posible ser ambiciosa en el trabajo y no sentir culpa por “dejar de lado” la familia? Para el psicólogo experto en Psicología Positiva, Felipe Orrego, «por esencia la mujer es madre y por ello, en su mayoría, en algún minuto de la jornada laboral piensa en sus hijos. La clave para no atormentarse con esta sensación, es rescatar lo bueno del trabajo, entendiendo que  es un medio para entregarles mejor calidad de vida».

Mantener un equilibrio entre el hogar y el éxito profesional es la clave para evitar la frustración de las mujeres que trabajan, para esto Felipe Orrego recomienda:

Conocer las prioridades: A lo largo de la vida nuestras prioridades van cambiando de acuerdo a las situaciones a las que nos enfrentamos. Si consideras que tu carrera es prioritaria en un determinado momento, no debes sentirte mal, todos tenemos derecho a desarrollarnos profesionalmente. Esto no significa que tus hijos o familia no sean importantes para ti.

Elige tus actividades: Ten claro cuáles son las actividades más importantes en tu vida, aquellas que no dejarías de lado por nada del mundo. Si logras equilibrar tus responsabilidades laborales con las cosas que te hacen feliz y son importantes en tu vida, podrás distinguir qué es lo que vale la pena y que es mejor dejar de hacer.

 Poder femenino

Las empresas cada vez han reconocido las aptitudes femeninas como capacidades que son vitales para el desarrollo de una organización. Las mujeres, en su mayoría, son el núcleo de sus familias preocupándose por el bienestar de sus cercanos.

Esta misma situación es reconocible en los puestos de trabajo. “El género femenino tiende a liderar equipos de trabajo siendo más empáticas y generando mejores redes de comunicación. Además, se reconoce en ellas mayor capacidad de guiar a sus colaboradores, mejorando el ambiente laboral lo que conlleva a mayor permanencia y compromiso con las empresas”, considera Orrego.

A estas habilidades, se le suman las capacidades necesarias para los puestos de trabajo que ocupan, aportando visión analítica, organización y decisiones rápidas.

¿Igualdad en el trabajo?

“La igualdad principales banderas del machismo, porque está generando una diferencia de capacidades entre hombres y mujeres. Partir desde la premisa que no somos pares es discriminar al género femenino”, indica Orrego.

En la práctica las mujeres tienen menos posibilidades de alcanzar un puesto gerencial o de tener el mismo sueldo que un hombre por el mismo trabajo. Por este motivo es que el Psicólogo aclara que es vital que como individuos cambiemos la percepción que tenemos de la guerra de géneros y sólo así se creará una visión global de paridad.

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