Publicidad
Uso de antibióticos contra la Salmonella podría provocar  daño crónico intestinal

Uso de antibióticos contra la Salmonella podría provocar daño crónico intestinal

Científica de la UC explica que estos medicamentos favorecen la permanencia de la bacteria en tejidos. EL patógeno, transmitido por alimentos contaminados, es la principal causa de gastroenteritis bacteriana en el mundo.


Investigaciones chilenas, desarrolladas por la doctora  Susan Bueno, del Instituto Milenio en Inmunología e Inmunoterapia (IMII), señalan que el uso de antibióticos para combatir la Salmonella, sería una medida perjudicial para el organismo.  Esto, porque inducirían una infección permanente en el organismo, pudiendo generar daño crónico intestinal.

Esta bacteria, que representa la principal causa de gastroenteritis bacteriana en el mundo, se puede adquirir debido al consumo de alimentos contaminados de origen vegetal y/o animal. Ataca al intestino, provocando fuertes diarreas, vómitos, dolores de cabeza y abdominales.  En casos más severos, también puede generar septicemia, poniendo en riesgo la vida de las personas.

Tras el diagnóstico de una infección por este patógeno, transmitido generalmente por productos avícolas,  se aplican diversas medidas terapéuticas para el tratamiento, entre ellas el uso de antibióticos. Sin embargo, la académica de la Universidad Católica y científica del IMII advierte potenciales daños con su empleo: “Estudios internacionales y otros desarrollados en nuestro laboratorio en modelos experimentales, demuestran que los antibióticos para Salmonella pueden generar una condición de infección permanente de algunas células del intestino, de manera prolongada”, comenta.

Aunque aún faltan estudios para demostrar este efecto de los antiobióticos en el humano que se infecta con Salmonella, sí está documentado que algunas personas infectadas con esta bacteria pueden seguir excretando el patógeno sin presentar síntomas, condición que se conoce como “portación crónica”, y que permite “diseminar la infección a través de las deposiciones”, según añade la investigadora de IMII. Al respecto, una medida que la Dra. Bueno propone tras la infección, son los cuidados basados en la hidratación, una dieta especial indicada por un profesional médico, y sólo utilizar antibióticos si el médico tratante lo recomienda.

Daño inflamatorio

En el IMII estudian la Salmonella typhimurium y la Salmonella enteritidis. La primera de ellas puede contaminar una amplia variedad de alimentos y causar de esta manera infección en el humano, mientras que la segunda es conocida, principalmente, por su capacidad de infectar aves y huevos, y de esta manera transmitir la infección a las personas.

La presencia de este patógeno de manera asintomática, según investiga la Dra. Bueno, también estaría contribuyendo a la inflamación crónica en ciertas porciones del intestino, algo no descrito con anterioridad. En dicho proceso hay factores genéticos en estos pacientes que condicionarían a que se produjeran estos daños. Los experimentos que lo demuestran están siendo analizados en su laboratorio y próximamente serán publicados.

Para la científica, conocer los mecanismos con que opera la Salmonella, y también los efectos que generan las terapias actuales, es fundamental para el manejo y control de este patógeno en beneficio de la salud humana. En ese sentido, la Dra. Bueno es partidaria, en primer lugar, de fomentar la prevención del contagio a través de medidas sanitarias y, en segundo término, aplicar tratamientos seguros y eficaces, que van desde evitar la deshidratación durante el cuadro infeccioso, hasta el diseño de inmunoterapias y vacunas.

Medidas sanitarias

Susan Bueno explica que en Chile todos los años se reportan casos de gastroenteritis por Salmonella. Respecto al contagio, éste depende de una serie de factores, principalmente vinculados al estilo de vida y la manipulación de los alimentos. “La higiene es fundamental para prevenir el contagio con algún alimento contaminado, como puede ser el huevo crudo o sus derivados, entre ellos, la mayonesa casera. Pero la bacteria también puede estar en las carnes y por esta razón es importante evitar la contaminación cruzada. Es decir, se debe evitar el contacto de carne cruda con otros alimentos que se ingieren crudos, como las verduras. Esto puede ocurrir por cercanía de ambos alimentos en los refrigeradores o incluso puede darse a través de utensilios de cocina, por ejemplo,  cuchillos o tablas de picar que han tomado contacto con la carne sin cocinar y que no han sido lavados adecuadamente”, relata la científica.

Aunque la Salmonella está rondando todo el tiempo, según explica Bueno, su manifestación se da generalmente en brotes más localizados, que pueden observarse como intoxicaciones masivas. A pesar de ello, la investigadora explica que existe un porcentaje de personas que no desarrolla síntomas tan severos que requieran la consulta en un centro asistencial que diagnostique la infección, por lo que puede pasar como un simple cuadro de diarrea. Debido a esto último, la especialista estima que podría haber un subdiagnóstico importante de casos a nivel mundial.

 Otros avances

Los científicos de este centro también estudian ciertos genes de la bacteria, a fin de evaluar cuáles de ellos ocasionan mayor virulencia. En ese contexto, además han identificado que tal como muchas otras bacterias o virus, estos patógenos han desarrollado una capacidad de mutar y evadir al sistema inmune. Por esta razón, para los investigadores de IMII, entidad dirigida por el Dr. Alexis Kalergis, no sólo basta con tomar las medidas sanitarias para combatir su acción, sino que también, es fundamental trabajar para elaborar nuevas herramientas biomédicas.

“Lo que nos motiva a realizar estas investigaciones es la aparición de cepas de Salmonella más virulentas, más resistentes a los antibióticos o con mayor capacidad de transmitirse a sus hospederos. Estas nuevas características en varios casos están dadas por la presencia de nuevos genes, que posiblemente, han sido transmitidos por otras bacterias. Conocer los mecanismos de transferencia y adquisición de nuevos genes nos permitirá diseñar mejores estrategias para evitar la emergencia de cepas bacterianas más patógenas y generar nuevos tratamientos para el control de este tipo de enfermedades”, comenta la investigadora.

Una de las alternativas que se investigan, es la elaboración de una vacuna atenuada que otorgue inmunidad anti-Salmonella de por vida, estrategia que aún no existe en el mundo y cuya generación ha sido muy difícil en diversos laboratorios, incluidos el de la Dra. Bueno. Por esta razón, otro camino que desean explorar es la inmunoterapia. “A través de ella esperamos obtener células o anticuerpos específicos para ayudar a eliminar el microorganismo. Es un campo realmente interesante para profundizar y que estamos comenzando a explorar”, concluye.

Publicidad

Tendencias