El analista financiero y columnista del diario español El Confidencial, S. Mccoy, analizó los detalles del proyecto que podría dejar fuera de su negocio transcontinental a firmas de la talla de UPS y Fedex. Uno de los focos sería debilitar a Alibaba, su gran rival a nivel mundial.
La compañía de comercio electrónico Amazon trabaja en un ambicioso plan para reducir al máximo los intermediarios en el proceso donde sus clientes hacen clic y reciben posteriormente los productos que compran en la red.
Los detalles los entregó el analista financiero y columnista del diario español El Confidencial Alberto Artero, conocido también como S. Mccoy, después que la semana pasada la agencia noticiosa Bloomberg filtrara la existencia del denominado plan «Dragon Boat», en el que trabaja Amazon para, entre otras cosas, prescindir de los servicios de distribución que le proporcionan UPS o Fedex, y contar con su propia flota, o bien contar con la exclusividad de algunos servicios.
Además de contar con una plataforma de transporte y de logística a nivel mundial, la firma estadounidense fundada y dirigida por Jeff Bezos se ocuparía de la compra, recepción en origen, transporte, custodia y reparto en destino, una suerte de evolución del llamado ‘Fulfillment by Amazon’, servicio de almacenaje, empaquetamiento y envío que la empresa ya ofrece a las firmas que venden sus productos a través de su web y que crece al ritmo del 50% anual.
De acuerdo al artículo de S.Maccoy, esta red global podría ver la luz este año bajo la poco equívoca denominación de ‘Global Supply Chain by Amazon’ o Cadena de Suministro Global de Amazon, que perseguiría replicar el modelo ‘one click’ que se encuentra en la base de su éxito en el proceloso mundo del desplazamiento internacional de mercancías.
«Gracias a los volúmenes que maneja, Amazon acapararía capacidad en determinadas rutas de transporte por tierra, mar y aire, que ofrecería a los fabricantes o adquirentes a precios reducidos, pudiendo realizarse la contratación desde el mismo teléfono móvil y evitando así todo el papeleo asociado a la misma. Para ello, no dudaría en construir su propia flota o en llegar a acuerdos de exclusividad con determinados ‘carriers’. Mayor automatización, menores fletes y costes deberían servir, de acuerdo con los impulsores del proyecto, de garantía para el éxito del mismo. En la medida en que una mayor parte de ese tráfico pasara por sus manos, la posibilidad de optimizar y arbitrar se multiplica y, con ella, los beneficios asociados a su rol», explica el columnista.
Y agrega que «esta idea serviría demás de punto de partida para el desarrollo de negocios asociados a este tipo de actividades, tales como el control de inventarios o los servicios financieros: financiación exterior, procesamiento de pagos y cobros, o asesoramiento aduanero y fiscal».
Artero subraya los datos proporcionados por distintos analistas a Bloomberg, que hablan de un negocio potencial para la cotizada de 400.000 millones de dólares. «Su foco principal de atención estaría, de inicio, en India y China, mercado este último en el que perseguiría debilitar la posición de su único gran rival a nivel mundial, Alibaba, ofreciendo oportunidades a pequeños productores que, de otra manera, no tendrían capacidad de exportar al mundo occidental»
Finalmente indica que, de concretarse el plan, «es evidente que el mayor impacto inicial será para aquellas compañías de transporte de carácter más transcontinental. El menudeo local se verá menos afectado. Pero el apetito disruptivo de Jeff Bezos parece insaciable. Veremos en qué termina todo esto».