Los tratamientos para recuperar la piel van desde hilos en malla, a láser con luz y sonido, e inyección de vitaminas.
Arrugas, manchas, flacidez y resequedad facial son efectos de la exposición solar acumulada.
Según la doctora Claudia Avaria, directora de Clínica Avaria (www.clinicaavaria.cl), la exposición solar desprotegida y prolongada destruye las fibras de colágeno y elastina que otorgan firmeza y elasticidad a la piel, lo que trae como consecuencias en el mediano y largo plazo flacidez facial y formación de arrugas finas.
Asimismo, los rayos ultravioleta dañan las moléculas de ácido hialurónico que cumplen la función de captar y retener agua para mantener hidratada la piel, por lo que ésta sufre resequedad y el surgimiento de arrugas por deshidratación.
Además, advierte la experta, el sol estimula a las células melanocitos de la piel a producir con mayor intensidad el pigmento café melanina, lo que genera manchas superficiales conocidas como lentigos solares y aumenta la coloración de manchas profundas o melasmas, que ensucian el rostro.
Por esto, la vuelta a la rutina, debe ser acompañada con beber alrededor de 2 litros de agua diarios. Y en cuanto a alimentación, es muy beneficiosa una dieta rica en vitamina A y especialmente C, que estimulan a las células fibroblasto de la piel a formar colágeno.
La especialista explica que también hay terapias de shock para activar la regeneración y recuperación de la piel, y prevenir que se manifieste el daño facial:
Láser para desmanchar: el láser Q-Switched atenúa y elimina manchas, emparejando el tono de la piel. Actúa con haz de luz en distintas longitudes de onda según la profundidad de la mancha y a diferencia de otros láser además emplea sonido para destruir el exceso de pigmento provocado por el sol. Al eliminarse el pigmento excedente por el organismo, desaparece la mancha.
En lentigos solares, el láser se aplica sólo en la mancha, donde se forma una costra que cae. En melasmas a más profundidad y que tienen forma difusa, el láser se aplica en todo el rostro.
Regenerar la piel: MesoGlow es un tratamiento que hidrata y nutre la piel. Se inyecta ácido hialurónico con alta capacidad para captar y retener agua, lo que sustituye el ácido hialurónico dañado por el sol, provocando hidratación casi inmediata y previniendo la formación de arrugas por resequedad.
También se inyectan vitaminas, aminoácidos y coenzimas como ingredientes para que las células fibroblastos de la piel fabriquen con mayor intensidad nuevo colágeno, elastina y ácido hialurónico.
Hilos reafirmantes: consiste en la aplicación de pequeños hilos elaborados con un material conocido como polidioxanona que tiene la propiedad de estimular a las células fibroblastos de la piel para fabricar colágeno.
Los hilos se aplican formando una malla, y logran tensar, aportando firmeza y combatiendo la flacidez que provoca la destrucción del colágeno por exposición solar. Sirven para reafirmar la piel de cuello, papada, mandíbula y mejillas.
Activando la formación de colágeno y elastina, también atenúan y eliminan arrugas de mejillas, patas de gallo y entrecejo.
