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Desde la letra chica hasta lo que debe cubrir, esta es una pequeña guía que te ayudará a comprar el plan de asistencia de tu próxima aventura.
Todas las opciones son válidas cuando de ahorrar en los viajes se trata. Sin embargo, si hay algo en lo que no debes escatimar es en un seguro. Y, aunque probablemente pienses que toda tu vida has viajado sin necesitar uno, sólo imagínate la cantidad de plata que tendrías que desembolsar si estando en Vietnam te pica un mosquito y caes en el hospital infectado con dengue.
Si hace algunos años eran impagables, por suerte actualmente hay tantas compañías aseguradoras como pólizas para contratar. Para que no te vuelvas loco, desde Faro, la comunidad de viajeros chilenos, te cuentan en qué debes poner ojo al contratar un seguro de viaje.
Preexistencias: hay aseguradoras que no te piden ningún certificado de antecedentes de salud antes de contratar sus servicios, pero que a la hora de tener que utilizarlos en el viaje usan las preexistencias como argumento para no cubrir. Si tienes alguna enfermedad de cualquier tipo, averigua bien cómo opera el seguro en caso de que necesites atención médica por dicho motivo.
Deportes extremos: si tienes pensado bucear, hacer parapente o realizar cualquier deporte que implique un poco más de riesgo, revisa si tu póliza cubre los accidentes que puedas tener al practicarlos.
Repatriación: convengamos en que nadie pretende morir mientras está viajando. El problema es que si esto te pasa, los gastos de repatriación con los que deberá correr tu familia serán infinitos. Mejor fíjate en que este ítem esté incluido en la póliza, lo que, de seguro, no encarecerá mucho más el seguro.
Viaje de un acompañante: probablemente tampoco tengas ganas de enfermarte en tu viaje. Y, aunque tu seguro cubra los gastos médicos, debes poner ojo en que incluya el viaje de algún acompañante al lugar donde te encuentres. No te va a sanar, pero sí te dará apoyo moral.
Pérdida de equipaje: dicen que diariamente se pierden diez mil maletas en todos los aeropuertos del mundo, y probablemente tú hayas sido una de esas miles de víctimas. Revisa si tu póliza incluye compensación por pérdida de equipaje, porque así tu maleta no sólo será buscada por la aerolínea, sino también por la compañía de asistencia en viaje.
Asistencia legal: si Bridget Jones hubiera tenido un seguro de viaje con cobertura legal cuando la metieron presa en Tailandia, probablemente habría salido libre varios días antes. Claramente no tienes ganas de meterte en líos en tu viaje, pero no conoces todas las culturas y tampoco sabes qué podría pasar si te ves envuelto en algún problema legal.
Tiempos de cobertura: fíjate bien cuánto tiempo tienes para activar el seguro desde que te enfermaste, se te perdió la maleta, tuviste un accidente, etcétera. Algunas compañías sólo dan algunas horas para dar el aviso, por lo que debes leer bien la letra chica antes de comprar el servicio.
Contacto: es fundamental que la empresa que te venda el servicio tenga asistencia telefónica las 24 horas y un call center en español. Quizás es mucho pedir, pero si tienen servicio de asistencia online, ¡cuánto mejor!
Anticipación de compra: no dejes el seguro para el último momento, pues algunas compañías sólo permiten comprarlo con días de anticipación. Además, si cotizas varias semanas antes podrás comparar lo que te ofrece cada una.
