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La cruzada de la creadora de Harry Potter para que los orfanatos existan sólo en los cuentos de hadas Sociedad

La cruzada de la creadora de Harry Potter para que los orfanatos existan sólo en los cuentos de hadas

JK Rowling argumenta que estos centros no son “buenos” para los niños: en el mejor de los casos los alienan de sus vínculos familiares; y en el peor promueven el abuso, la negligencia y el tráfico de humanos.


Por Gillian Tett. Traducción: FT

La semana pasada, la autora JK Rowling visitó Nueva York en una misión de dos partes. La primera parte era de esperarse: la película basada en su libro “Fantastic Beasts and Where to Find Them” (
(«Bestias fantásticas y dónde encontrarlas») se estrena este mes y ella y la estrella del filme, Eddie Redmayne, habían ido a promoverla.

La segunda parte de la misión de Rowling era inesperada. Hace varios años, la escritora estableció una caridad, llamada Lumos, para ayudar a millones de niños en el mundo que viven en orfanatos. Y aunque alguien pudiera pensar que ésta se dedica a recaudar fondos para dichas instituciones, estaría equivocado. Por el contrario, la también creadora de la saga de Harry Potter cree que ha fallado la forma en la que los individuos bien intencionados en Occidente contribuyen con fondos para estos hogares.

En años recientes la asistencia monetaria de EE.UU. y Europa se ha distribuido a orfanatos en India, Brasil, Rumania y Haití, a menudo después de eventos trágicos destacados por los medios. La Joanne Rowling estima que, por ejemplo, sólo Estados Unidos ha contribuido con US$100 millones a orfanatos en Haití desde que el país fue asolado por una serie de desastres naturales. Esto suena bien, y claro que las donaciones se realizaron con las mejores intenciones, pero la escritora insiste en que, más que un bien, están haciendo un daño.

Ella argumenta que los orfanatos no son “buenos” para los niños: en el mejor de los casos los alienan de sus vínculos familiares; en el peor, promueven el abuso, la negligencia y el tráfico de humanos. Y precisamente debido a que los orfanatos tienen un historial tan controvertido, los gobiernos en EE.UU. y Europa los han estado cerrando desde la década de 1950, prefiriendo colocar a huérfanos con familias de acogida.

Pero la ironía de la asistencia hoy día es que conforme los gobiernos occidentales han estado cerrando los orfanatos en casa, sus programas de asistencia han estado promoviendo su florecimiento en los países en desarrollo. De hecho, entre más asistencia fluye hacia los orfanatos “pobres”, se vuelven más grandes, debido en parte a que un ecosistema completo ahora está dirigiendo a los niños vulnerables hacia dichas instituciones. En Camboya, por ejemplo, la población de los orfanatos subió 57 por ciento entre 2005 y 2011 conforme recibieron un gran número de donaciones, según un informe de la ONU. En Haití el incremento ha sido aún más dramático, con un aumento de 700 por ciento a 32,000 niños.

Y el aspecto más cruel de esta situación es que muchos de los ocho millones de niños que viven en los orfanatos realmente no son huérfanos: estudios de Save the Children sugieren que cerca de 80 por ciento de los niños tienen un familiar vivo. En realidad están siendo llevados a las instituciones porque sus familias son extremadamente pobres y debido al auge del “negocio” de la asistencia que ha creado este impulso (e incentivos falsos).

“Los estadounidenses son increíblemente generosos”, afirmó Rowling frente a un grupo de neoyorquinos pudientes, en el estreno de su película en Carnegie Hall. “Pero por favor no donen su dinero a los orfanatos… y no trabajen como voluntarios en esas instituciones”. Ella quiere que, en cambio, las donaciones fluyan hacia las iniciativas “comunitarias” que ayudan a las familias de bajos recursos a mantener a sus hijos, o encontrar familias de acogida para ellos.

¿Puede funcionar? Desgraciadamente no de forma fácil o rápida. Una de las razones por las cuales la asistencia de Occidente se ha enfocado en los orfanatos es que dichas instituciones pueden ser monitoreadas. Dar asistencia a una “comunidad” es un proceso más opaco y difuso. Y la triste realidad es que si todos los orfanatos se cerraran mañana, la vida de los niños seguiría siendo lúgubre, especialmente en países como Brasil o India.

Pero Lumos sí ha logrado algunos avances: estima que US$500 millones de los fondos donados han sido desviados de los orfanatos. Además, . Rowling debe ser elogiada por utilizar su fama “Potter” para cambiar las actitudes del público.

De hecho, yo pienso que su mensaje debería ser aún más amplio. Actualmente, la mayoría de los estadounidenses dan por sentado que la filantropía es una actividad positiva, ya que la caridad es parte de la cultura popular de EE.UU. (y además es incentivada por exenciones fiscales). Pero, al igual que con el tema de los orfanatos, hay una variedad de estudios que muestran cómo la asistencia puede distorsionar las economías o concentrar el poder en las manos de las elites.

No me mal entiendan: yo no quiero frenar la generosidad o la filantropía. Pero creo que se requiere una clara evaluación — y un debate — de los costos y beneficios del negocio de la asistencia y su estructura actual. Es difícil de lograr ya que el tema es tan emotivo. Pero si alguien puede lograrlo, creo que esa persona es la JK Rowling: la mujer que convenció al mundo de apasionarse por un huérfano con poderes mágicos, y que ahora está intentando limitar la existencia de los orfanatos a los cuentos de hadas.

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