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Expertos enfatizan la importancia de moderar el consumo de endulzantes Salud

Expertos enfatizan la importancia de moderar el consumo de endulzantes

Luego de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicara una guía donde desaconsejaba el consumo constante de endulzantes, han surgido dudas sobre si se debería continuar usando como sucedáneo del azúcar.


Actualmente, en el mercado encontramos un amplio espectro de endulzantes no azucarados de distinto origen, formato y presentaciones. También los podemos encontrar en productos como bebidas, chocolates, helados, mermeladas, pastelería, cereales, entre otros, y se han asociado a un estilo de vida más saludable, como un gran sustituto al azúcar refinada.

Sin embargo, en mayo de este año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó una directriz que no solo desmentía gran parte de sus beneficios, sino que también advertía sobre los potenciales daños que causaría su consumo excesivo.

Así lo reafirma el académico del Departamento de Ciencia de los Alimentos y Tecnología Química de la U. de Chile, Luis Puente Díaz, quien en base a la publicación sugiere que puede haber posibles efectos indeseables por su uso a largo plazo, como un mayor riesgo de diabetes tipo 2 o enfermedades cardiovasculares.

“Lo que más se puede encontrar en la literatura es un riesgo de cáncer asociado al consumo prolongado en el tiempo de edulcorantes. Uno de los edulcorantes con mayor riesgo es el aspartame, por lo que se recomienda evitar su consumo prolongado”, advierte.

Marcela Reyes, investigadora principal del Centro de Investigación en Ambientes Alimentarios y Prevención de Enfermedades Crónicas Asociadas a la Nutrición (CIAPEC), aclara que esto no necesariamente significa anular su consumo, pero sí alerta sobre consecuencias no descubiertas previamente asociadas a su ingesta. “Hay estudios a favor y en contra sobre la calidad de la dieta en quienes usan edulcorantes, pero también hay estudios a favor y en contra sobre si son inocuos o no, ambas situaciones están en duda. Pero, frente a eso, la OMS recomienda que no deberían usarse tan masivamente como se estaban usando en la población sana”, explica.

Sin embargo, Reyes detalla que esto no significa que el azúcar sea una opción saludable. De hecho, se sigue manteniendo la recomendación de evitar su consumo en general. “No tenemos dudas que los azúcares tienen muchos problemas de salud, tenemos la duda sobre si los edulcorantes no calóricos son inocuos como pensábamos antes”, precisa la académica.

Al respecto, Díaz considera el actual escenario como uno más preventivo, en el que la población posee una mayor consciencia sobre lo que consume. “Mi visión sobre los endulzantes, al igual que muchos otros aditivos, es que usados de acuerdo a lo establecido por la normativa respectiva no son malos. Si es importante siempre estar informado de lo que se come y tener una alimentación equilibrada, sin excesos, ni deficiencias”, sostiene Díaz.

De hecho, para el académico es difícil dar una recomendación, pero mantiene que bajo un consumo moderado los endulzantes siguen siendo una alternativa al azúcar.

Un potencial sello de advertencia sobre endulzantes

Frente a este escenario, países como México y Argentina han tomado decisiones más directas, enfocadas en advertir sobre el consumo de endulzantes a través de un sello de advertencia en productos que los contienen, opción que el Ministerio de Salud chileno está estudiando a través de adaptar esta iniciativa a la realidad local. Sin embargo, existen opiniones divididas de los/las especialistas sobre una medida como esta.

“La ventaja más importante es informar a los consumidores sobre el contenido de los alimentos que están comprando o consumiendo. Con esto, se espera que la población, al estar más informada, pueda tomar decisiones en función de su estado de salud, preferencias y de su percepción sobre el efecto de los edulcorantes en la dieta”, plantea Luis Puente Díaz.

La iniciativa también es respaldada por especialistas del INTA, quienes a través de una investigación FONIS hicieron una revisión de los abordajes que han tenido los distintos países para enfrentar este tema de los edulcorantes, trabajo a partir del cual recomendaron la implementación de un etiquetado.

“Esto no sería una advertencia, sino más bien como lo que están implementado en México y ahora recientemente en Argentina, que es una leyenda precautoria”, aclara Reyes.

Esta medida respondería a los potenciales riesgos que se asocian a un consumo excesivo, como lo señala el profesor Díaz, quien apunta a cambios en la percepción sensorial y en la microflora al cambiar nuestra ingesta de azúcares y reemplazarlos por edulcorantes. “Por ejemplo, en una mermelada tradicional se suelen emplear proporciones de 50% de azúcar y 50% de fruta, cuando el azúcar se reemplaza por algún edulcorante es necesario trabajar para igualar aspectos como, por ejemplo, el brillo y la consistencia del producto final”, concluye.

Es por ello que la doctora considera importante reducir gradualmente el dulzor de los alimentos, prefiriendo alimentos menos dulces.  Es en ese sentido que, con la colocación de sellos y una mayor educación a la población, la doctora reyes ve un camino para generar un cambio en el consumo de dulces desde la infancia.

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