Salud
El aumento de la exposición a pantallas se ha convertido en una preocupación creciente, ya que muchas personas pasan cada vez más tiempo frente a dispositivos como teléfonos móviles, tablets, computadores y televisores, lo que puede tener efectos negativos en la salud física y mental.
Estudios recientes de diversos organismos y entidades, estiman que los chilenos pasan en promedio alrededor de 8 horas diarias frente a una pantalla de dispositivo electrónico. En el caso de adolescentes, lo anterior es aún más preocupante, dado que este uso se da frecuentemente en redes sociales.
Estar expuesto muchas horas a pantallas puede ocasionar distintos problemas de salud, entre ellos afecciones visuales. Eusebio García, director médico de Clínica Oftalmológica Providencia, enumera algunas de ellas:
-Fatiga visual: mirar fijamente a una pantalla durante mucho tiempo puede causar cansancio y manifestarse en síntomas como, por ejemplo, enrojecimiento y visión borrosa.
-Síndrome del ojo seco: la exposición constante a pantallas digitales puede reducir la frecuencia con la que parpadeamos, lo que puede llevar a la sequedad de los ojos. Por eso es bueno aplicarse lubricantes o consultar por tratamientos para el ojo seco, como los laser, que funcionan muy bien.
-Aumento del riesgo de miopía: se ha demostrado que la exposición prolongada a la luz azul emitida por las pantallas digitales puede aumentar el riesgo de desarrollar miopía, especialmente en niños y adolescentes.
-Problemas de sueño: la luz azul de las pantallas digitales puede suprimir la producción de melatonina, la hormona del sueño, provocando insomnio.
-Daño a la retina: La exposición excesiva a la luz azul de las pantallas digitales puede causar daño a las células de la retina, lo que aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades oculares como degeneración macular.
García señala que, para prevenir estos efectos negativos, es importante seguir medidas de cuidado ocular como descansar la vista cada 20 minutos, parpadear frecuentemente para evitar la sequedad de los ojos, ajustar la configuración de brillo y contraste de la pantalla y utilizar filtros de luz azul para reducir la exposición a esta frecuencia.
-Limitar la cantidad de tiempo que se pasa frente a pantallas. En el caso de niños y adolescentes, es recomendable establecer horarios específicos para el uso de dispositivos electrónicos.
-Designar áreas en el hogar donde no se permita el uso de dispositivos electrónicos, como en la mesa durante las comidas o en las piezas antes de dormir.
-Descansar la vista cada 20 minutos y utilizar el modo nocturno de los dispositivos electrónicos para disminuir la cantidad de luz azul emitida por la pantalla, lo que puede ayudar a reducir la fatiga visual y mejorar la calidad del sueño.
-Fomentar actividades recreativas fuera de la pantalla, como practicar hobbies, juegos de mesa o alguna actividad física.
