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Develando mitos sobre tratamientos farmacológicos en salud mental Salud

Develando mitos sobre tratamientos farmacológicos en salud mental

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Existen varios mitos en torno a los tratamientos medicamentosos. Experta ofrece una perspectiva fundamentada en la evidencia científica.


Si bien la salud mental ha ido adquiriendo mayor visibilidad en la sociedad actual, persisten numerosos mitos y estigmas en torno a las enfermedades que la afectan. A menudo, aquellos que padecen trastornos mentales se enfrentan no solo a los desafíos propios de su condición, sino también a la desinformación y prejuicios que rodean su tratamiento.

Una arista importante en esta temática son los tratamientos farmacológicos utilizados para tratar algunas patologías de salud mental, como la depresión o la ansiedad.

El abordaje farmacológico de los trastornos mentales es crucial en la atención de la salud mental, pero está envuelto en una maraña de mitos y malentendidos que generan confusión y desconfianza en quienes los necesitan. A pesar de los avances científicos y médicos, persisten ideas erróneas sobre la eficacia, los efectos secundarios y la dependencia asociada a estos fármacos.

Ante este escenario, la académica de la Escuela de Química y Farmacia de la U. Andrés Bello Daniela Guzmán desmitifica las frases más recurrentes para referirse a los medicamentos utilizados en problemas de salud mental.

Los medicamentos para la salud mental son adictivos:

No todos los medicamentos utilizados en el tratamiento de la salud mental son adictivos. En general, se habla de adicción a una sustancia cuando se desarrolla dependencia, es decir, una adaptación a una sustancia (tolerancia) que requiere aumentar las dosis para obtener el mismo efecto. Esto puede conllevar a un síndrome de abstinencia cuando se suspende la sustancia.

Entre los medicamentos que pueden causar dependencia se encuentran las benzodiazepinas, u􀆟lizadas para tratar la ansiedad, como el clonazepam; los opioides, empleados como analgésicos para el tratamiento del dolor, como la morfina; y los medicamentos estimulantes utilizados para el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, como el metilfenidato.

Los medicamentos son la única solución para los problemas de salud mental:

No, la eficacia del tratamiento varía según la patología de salud mental y su severidad. En casos de depresión y ansiedad leves, los medicamentos no son la única solución; la terapia psicológica, los cambios en el estilo de vida y el apoyo social también pueden ser intervenciones igualmente importantes.

Sin embargo, en condiciones como la esquizofrenia o el trastorno bipolar, el tratamiento farmacológico se convierte en un componente crucial para el control de la enfermedad, actuando como piedra angular en la mejora del paciente. Es importante destacar que en estos casos la terapia psicológica puede ser complementaria al tratamiento farmacológico, promoviendo así una recuperación integral.

Los medicamentos para la salud mental cambian la personalidad de las personas:

Los medicamentos para la salud mental están diseñados para tratar síntomas específicos o comportamientos inalterados que pueden ocurrir con los trastornos mentales, como la disminución de la ansiedad o la estabilización de los estados de ánimo en la depresión. Sin embargo, no tienen la capacidad de cambiar la personalidad de una persona. En cambio, sirven como una ayuda para que los pacientes puedan tener una mejor calidad de vida y gestionar sus síntomas de manera más efectiva.

Los medicamentos para la salud mental son solo para personas con trastornos graves:

Aunque los medicamentos para la salud mental son a menudo asociados con trastornos graves como la esquizofrenia o el trastorno bipolar, también son utilizados en una amplia gama de trastornos mentales menos graves. Por ejemplo, los antidepresivos y ansiolíticos son comúnmente prescritos para tratar la depresión y la ansiedad, respectivamente, independientemente de su gravedad. Además, medicamentos como los estabilizadores del estado de ánimo pueden ser útiles en el tratamiento de trastornos del estado de ánimo menos severos.

La decisión de prescribir medicamentos para la salud mental se basa en una evaluación completa de la sintomatología y del diagnóstico realizado por un profesional. Se consideran también las necesidades individuales del paciente, incluyendo su historial médico, su respuesta previa al tratamiento y cualquier otra condición de salud presente.

Los medicamentos para la salud mental son siempre efectivos y seguros:

Si bien los medicamentos para la salud mental pueden ser efectivos para muchas pacientes, es importante enfatizar que no son una solución universal y que su eficacia puede variar según el individuo. Además, es importante tener en cuenta que pueden presentar efectos secundarios, que van desde leves hasta graves, y que pueden dificultar la adherencia al tratamiento.

Por lo tanto, es fundamental contar con un tratamiento establecido bajo la supervisión de un profesional para encontrar la opción adecuada, realizar los ajustes necesarios y monitorear cualquier efecto secundario que pueda surgir.

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