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OMS plantea que invertir en salud mental es una ganancia y no hacerlo trae altísimos costos para cada país Salud mental

OMS plantea que invertir en salud mental es una ganancia y no hacerlo trae altísimos costos para cada país

En último estudio, la Organización Mundial de la Salud advierte que pese a los costos que puede implicar el tratamiento de enfermedades mentales, la falta de inversión deriva en un gasto mayor que se podría evitar si se trata a tiempo.


La falta de inversión en personal y programas adecuados para tratar a los enfermos mentales tiene un enorme coste económico en los países y consecuencias directas en el bienestar de los pacientes, por lo que esta situación debería ser revertida, señaló la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La agencia sanitaria de Naciones Unidas presentó la quinta versión del Atlas de la Salud Mental, que hace una evaluación de cómo los países abordan el creciente problema de las enfermedades mentales.

Se estima que una de cada diez personas en el mundo necesitará en algún momento de su vida tratamiento para una dolencia mental, y una de cada cuatro, el 25 % de la población, padecerá a lo largo de su vida un desorden mental.

Sin embargo, los expertos sostiene que el asunto no se trata con la suficiente urgencia. «La mayoría de los países que tienen programas de salud mental no los apoyan con los recursos humanos y financieros necesarios», afirmó Tarum Dua, directora de programas del departamento de Salud Mental de la OMS.

Las diferencias entre los países además es abismal. En los países en desarrollo, la proporción de trabajadores de la salud puede llegar a ser de 2 por cada 100.000 habitantes, mientras que en los países desarrollados asciende a 70 por 100.000 habitantes.

Mientras que el gasto en salud mental es de 1 dólar per cápita, versus 80 dólares. «Pero en todos los casos es insuficiente. Quien invierte un 1% del gasto sanitario debería invertir un 5%, quien invierte un 5% debería invertir un 10%, el gasto debe aumentar globalmente», sostuvo la especialista.

El informe de la OMS plantea que aumentar el gasto en salud mental es una inversión, ya que por cada dólar invertido en tratar enfermedades mentales comunes como la depresión y la ansiedad se obtiene un retorno de 4 dólares en la habilidad para trabajar.

A su vez, no hacerlo trae el efecto contrario. Según un estudio realizado en 36 países del mundo con niveles socioeconómicos variados, la falta de reconocimiento y de tratamiento a las enfermedades mentales comunes puede derivar en una pérdida de 1 billón de dólares cada año.

Además, Dua destacó que «la mayoría» del gasto se invierte en hospitales mentales, lo que va en contra de la política de integrar a los enfermos en la comunidad o en centros sanitarios regulares.

Menos de la mitad de los 139 países que han establecido programas nacionales de salud mental cumplen con las directrices establecidas por la OMS de socializar a los pacientes mentales en lugar de encerrarlos en instituciones especializadas.

La proporción global de camas en hospitales mentales es seis veces mayor que la proporción de camas en las áreas de salud mental de centros hospitalarios regulares.

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