El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, reconoció este miércoles que se han debido postergar proyectos para financiar la reconstrucción de las zonas devastadas por el terremoto y tsunami del 27 de febrero pero que ello no significa acabar con esas iniciativas.
«La reasignación presupuestaria no significa un recorte de gasto, sino todo lo contrario, vamos a aumentar el gasto público en mucho más de lo que se ha reasignado. Pero, en algunos casos hemos debido postergar proyectos, no eliminarlos, ni cortarlos», aseguró.
Larraín explicó que con la catástrofe, «en tres minutos, junto a un enorme daño humano, fuimos US$30 mil millones más pobres. Responsablemente el Gobierno, y en particular en este Ministerio nos ha correspondido revisar el presupuesto para ajustarlo».
El secretario de Estado recalcó que «el presupuesto 2010 fue hecho con otra realidad, presentado al Congreso a fines de septiembre de 2009 y aprobado hacia fines del año pasado. Por supuesto, ese presupuesto no contemplaba el enorme desastre del terremoto y el tsunami. Era un presupuesto ordinario para un año normal, y no para circunstancias extraordinarias del peor desastre económico en la historia de Chile».
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