Los diputados de la Democracia Cristiana (DC) Fuad Chahín y Patricio Vallespín, calificaron como «preocupantes las declaraciones del ministro Juan Andrés Fontaine en la comisión de Economía, quien manifestó que si bien el Gobierno aún no decide enajenar o no la participación que tiene el Estado en las empresas sanitarias, existe una opinión favorable a pensar que estos activos sí son prescindibles y que, de alguna forma, esto estaría vinculado al destino que tenga hoy el royalty.
Frente a lo anterior, el diputado Chahín afirmó que «la verdad es que nos declaramos en estado de alerta, pues no estamos dispuestos a apoyar una decisión como la de vender la participación del Estado en las sanitarias; hacerlo, significaría privatizar totalmente un bien tan esencial como el agua».
Por su parte, el jefe de bancada, Patricio Vallespín, agregó que «lo que para el Gobierno puede estar bien, en términos de cumplir con sus objetivos, para el país puede no serlo y este es el caso, ni vender los activos del Estado en las sanitarias, ni entregar una invariabilidad tributaria por 25 años a las mineras es bueno país, estimamos que no es el camino correcto».
El parlamentario señaló que «el secretario de Estado en la comisión fue claro, reconociendo que en la mira del Ejecutivo está la participación estatal en las empresas sanitarias, cuatro de las cuales, según se ha informado, aportarían alrededor de US$1.600 millones».
Chahín agregó que «las sanitarias le aportan anualmente a Corfo unos US$106 millones, aproximadamente el 10 % de sus ingresos totales, que son la base de muchos programas estatales que van en beneficio de los pequeños y medianos empresarios. Por lo demás, más del 40 % del patrimonio de Corfo hoy está constituido por la participación en las sanitarias».
Agregó que aunque se tenga una participación minoritaria, ello le permite al Estado tener derecho a veto respecto de la enajenación o gravamen de los derechos de agua que poseen.
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