El diputado de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Giovanni Calderón, presentó junto a otros parlamentarios, una propuesta alternativa a la planteada por la comisión especial de la colectividad para resolver aspectos jurídicos que afectan a las uniones de hecho.
Calderón realizó una serie de observaciones a la iniciativa formulada por dicha instancia, especialmente acerca de las inquietudes existentes respecto del resguardo de la institucionalidad del matrimonio y cuál será la forma en que se regularán las uniones entre homosexuales.
A su juicio, las diferencias jurídicas entre matrimonio y uniones civiles heterosexuales no constituyen discriminación arbitraria, pues se fundamentan en «el legítimo derecho de la sociedad a promover determinada forma de familia, sin desconocer la existencia y validez de otras».
«Conceder idénticas consecuencias jurídico-patrimoniales a las uniones de hecho heterosexuales que al matrimonio legal, significa dejar de promover una determinada forma de organización familiar que se estima, a priori, como la más apta para alcanzar los fines de la familia y la sociedad», dijo.
Respecto de una eventual regulación de las uniones entre homosexuales, el diputado UDI enfatizó que estas personas sí se encuentran en desventaja y en desprotección de sus derechos.
«Ellos desarrollan una relación humana similar a la que da origen a un matrimonio propiamente tal. Por tanto, su patrimonio propio y el que generan durante la relación quedan en la indefensión jurídica, originando situaciones que atentan contra el principio de justicia», aclaró Calderón.
En este sentido, añadió, la discriminación es arbitraria, porque no se basa en la necesidad de promover una determinada forma de organización familiar, sino porque radica en la preferencia sexual de las personas que, por esta causa, se ven privadas de la tutela jurídica de sus bienes.
El legislador apuntó finalmente que dar una regulación de los aspectos patrimoniales de una relación afectiva homosexual a las reglas de los bienes, puede ser considerado como «un tratamiento que niega la dignidad y realidad humana de las personas, situación que puede ser interpretada como algo más propio de las cosas que de las personas».
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