El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, reiteró este martes que el Sistema de Protección ante Variaciones de Precios de Combustibles (Sipco), que debe ser votado en particular por la sala del Senado esta semana, no es un mecanismo para defender ante situaciones cambiarias y que, por lo tanto, el retraso de la discusión en el Congreso no influyó en las alzas que han sufrido las gasolinas debido a la intervención del Banco Central al tipo de cambio.
El proyecto enviado por el Gobierno establece nuevos mecanismos de protección ante las variaciones de precios de los combustibles y sustituye al Fondo de Estabilización del Precio del Petróleo implementado en los gobiernos de la Concertación.
«El proyecto Sipco y el Fepp que existía anteriormente no suavizan fluctuaciones cambiarias, por lo tanto, cuando se dice que el hecho de no haber tenido este proyecto aprobado tendría alguna relación con el no haber podido amortiguar los cambios en los precios de los combustibles quiero categóricamente desmentir», afirmó el ministro.
El secretario de Estado explicó que «este proyecto lo que hace es atenuar fluctuaciones importantes en los precios internacionales de los combustible. No es un proyecto para atenuar fluctuaciones cambiarias».
En ese sentido, Larraín llamó a la oposición a aprobar la iniciativa legal, ya que protegerá a los consumidores ante fluctuaciones importantes de los precios internacionales de las gasolinas.
«Si el Congreso nos aprueba el proyecto que tenemos (Sipco) vamos a tener la posibilidad de atenuar fluctuaciones significativas, tal como existía antes, porque lo que no podemos garantizar es un precio fijo de los combustibles», aseveró.
El proyecto presentado por el Gobierno plantea la creación de dos nuevos sistemas, el primero de carácter provisorio es el Sipco, que se financia vía impuestos variables y subsidios, no a través de un fondo como se había hecho en los últimos 20 años.
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