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Empresas Sanitarias rechazan afirmaciones de la SNA sobre propiedad de aguas servidas


La Asociación Nacional de Empresas de Servicios Sanitarios (Andess) manifestó su rechazo a las recientes afirmaciones de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) en que se enfrentó la venta de aguas tratadas como una medida que pone en peligro a los agricultores y aumentaría los precios de frutas y verduras.

Ante esto, la asociación gremial recalcó que sólo usa un 6% del agua cruda disponible en el país, por lo que «mal podría estar poniendo en riesgo al sector agrícola, que concentra en su actividad más del 80% del derechos agua de Chile y que en muchos casos se subutilizan debido a deficientes y anticuadas técnicas de riego».

Además, agregaron que gracias a la descontaminación que hacen las empresas sanitarias de aguas servidas, los agricultores no tienen barreras para exportar, ya que se cumplen con todas las condiciones ambientales y tratados internacionales firmados por el país.

En esa línea, aseguraron, a través de una declaración pública, que las empresas sanitarias «jamás han hecho uso, ni se han apropiado de forma alguna de los derechos de aprovechamiento de aguas que no son propios ni mucho menos de los agricultores o canalistas».

Exponen también, que por expreso mandato legal, los derechos de aprovechamiento de los prestadores sanitarios deben ser consuntivos de conformidad con el artículo 12, Nº 3 de la Ley General de Servicios Sanitarios, por lo que el prestador sanitario no está obligado a restituir las aguas como si su derecho de aprovechamiento fuera no consuntivo.

«Por lo tanto, no se ajusta a derecho la pretensión de la SNA de transformar un derecho de aprovechamiento de agua de carácter consuntivo en uno no consuntivo», afirman.

Finalmente calificaron como preocupante que la SNA intente ejercer presión sobre un fallo judicial pendiente en esta materia que tanto interés público ha despertado.

«Lo adecuado es permitir que los tribunales de justicia resuelvan con tranquilidad, con criterios netamente jurídicos, y no intentar ejercer presión con una ofensiva política y comunicacional», concluye.

upi/ha/cf

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